La Subdirección General de Personal de la Consejería de Sanidad de Madrid envió a última hora del día 22/12/2009 un correo electrónico a todo el personal de la Inspección Sanitaria (sanitario y administrativo) en el que se comunicaba la implantación, desde el 01/01/2010, de un nuevo sistema de «Control de Presencia Horaria y Solicitudes de Permisos, Licencias y Vacaciones» operable mediante la aplicación “FISA” (¿Fichaje de las Inspecciones Sanitarias de Área?). Se pretende sustituir con ésta a los partes de firmas de asistencia, actualmente en funcionamiento.
Vaya por delante que, desde esta
Asociación,
no hay nada que objetar a que, por parte de la Consejería de Sanidad, se establezcan las medidas oportunas de control que permitan
comprobar el cumplimiento horario de la jornada laboral de sus trabajadores.
¡Esperamos que no sólo de los funcionarios y de la Inspección Sanitaria!
Las fechas de
comunicación (22/12/2009) y de
puesta en marcha (01/01/2010) del nuevo sistema de control no pueden estar más
alejadas de una planificación razonable y, lo que es peor, del más elemental sentido común. Ni los
destinatarios lo han recibido con tiempo, y se han encontrado la sorpresa a la vuelta de vacaciones. Ni los
reguladores (
Personal) ni los
servicios técnicos (
Cesus) se encontraban en la mejor situación de hacer frente a las numerosas dudas y a las disfunciones del programa.
Como resultado de ello, la
Junta Directiva de la AISSMa ha recibido numerosas comunicaciones de
sorpresa y malestar por parte de sus
asociados.
Que, como
única comunicación y apoyo, se envíe un
correo electrónico a todos los funcionarios de la Inspección Sanitaria para que
ellos mismos se configuren el acceso al nuevo programa de control (incluidas las especificaciones de
conexiones del explorador) no parece acertado y los resultados están a la vista. No hubiera sido mala idea haberlo
instaurado antes de las vacaciones de Navidad, o después de éstas. Y haber
programado alguna reunión con los responsables de las
ISAs, así como haberlo tratado con esta
Asociación. Nada de eso, se ha optado por el sistema de
“ahí te las compongas”. ¿Se espera así una actitud de
satisfacción y colaboración por parte de los destinatarios?
Desde el
punto de vista técnico, una iniciativa de este tipo se confía recibir, como lo que se conoce como
“llave en mano”, es decir lista para operar, explicada previamente y sin problemas de funcionamiento.
Y,
en cuanto al fondo, llama la atención que, después de todo este tiempo, la Consejería de Sanidad ponga el énfasis en un enfoque anticuado de
“Presentismo Laboral” frente a una
“Dirección Participativa por Objetivos”, con planificación y negociación de éstos y evaluación e incentivación de resultados. Desde las
transferencias del Insalud en enero
2002 (8 años), aún no se ha conseguido definir el
modelo ni desarrollar un reglamento de Inspección Sanitaria. Y desde enero de
2007 llevamos 3 años recibiendo
“largas” sobre la
“Carrera Profesional”. Pero, lo que le
preocupa a la Consejería es controlar los horarios. Cuando nuestro tipo de trabajo debería ser más
“de campo” de lo que es, e incluso muy adaptable al concepto del llamado
“Teletrabajo” (análisis y elaboración de informes, control de prestaciones por medios informáticos, etc.) con el que se llenan la boca políticos de todo signo y luego no son capaces de desarrollar. Lamentable.
¿Era a esto a lo que se refería la
Viceconsejera Belén Prado cuando pedía
confianza, hasta primeros de enero, a la
Comisión Gestora de la Inspección Sanitaria?. ¿
Estaban informados el
Director General de Ordenación e Inspección y la
Subdirectora General de Inspección Sanitaria y Farmacéutica?. Si no lo estaban, mal asunto. Y si lo estaban, ¿no les pareció razonable
demorar la implantación,
informar previamente a sus subordinados y cerciorarse de que el
programa funcionaba?
Mal las
formas y mal el
fondo. ¿Alguien se anima a desear
«Un Próspero año 2010» con estos comienzos?