El pasado 15 de marzo de 2012, tras el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid, el Vicepresidente Ignacio González presentó públicamente los resultados del “Plan Especial de Inspección y Control de la Incapacidad Temporal”, correspondiente al año 2011, como ya se hiciera el año pasado respecto del 2010.
El Vicepresidente I. González presentando los resultados del plan de IT
Una vez más, la presentación ha tenido un trasfondo de
desprestigio del colectivo de los trabajadores públicos al servicio de la Comunidad de Madrid y, en general, de la imagen de los funcionarios respecto de los cuales, gracias al control de sus
“bajas injustificadas”, se había conseguido
ahorrar más de 50 millones de euros y más de 300.000 días de bajas laborales, al
“evitar actuaciones fraudulentas”. Y la difusión en determinados medios no ha podido ser de peor predisposición:
“794 funcionarios ‘enfermos’ vuelven al trabajo tras recibir la llamada del inspector” (
El Mundo);
“Una llamada… con efectos curativos” (
ABC);
“794 «curas milagro» de funcionarios” (
La Razón); por no hablar de los ‘comentarios’ de los lectores contra los funcionarios, animados por estas tendenciosas informaciones. Tampoco es benéfico para la
Inspección Sanitaria ese perfil semipolicial como de
“Asuntos Internos” que se ha transmitido y que no responde a la realidad, por cuanto me consta la profesionalidad de los compañeros adscritos a dicha unidad funcional.
El hecho destacable del plan de IT, según el diario La Razón
Tanto la propia concepción del plan, como sus resultados y la interpretación que se ha hecho de ellos, me llevan a hacer el siguiente
análisis y reflexiones.
En
primer lugar, me llama la atención que, si el Gobierno de la Comunidad de Madrid cree contar con un
instrumento adecuado para luchar contra un presunto fraude de absentismo laboral por
“bajas injustificadas”, se haya empecinado en los
recortes a la protección de la incapacidad temporal establecidos a principios de año y contra los que la
AISSMa emitió un comunicado. Creo que es una contradicción difícil de justificar la de alardear de un
sistema de identificación y corrección de las desviaciones y, a la vez, establecer
medidas indiscriminadas que perjudican a
“justos y pecadores”.
En
segundo lugar, el análisis de los datos presentados por el Vicepresidente muestra
inconsistencias estadísticas e incoherencias argumentativas que desarrollo a continuación. En la
tabla 1 se han recogido los datos oficiales presentados en ambos años. Lo primero que llama la atención es que para 2011 sólo se aporten datos de las consejerías de
Sanidad y de
Asuntos Sociales, cuando se afirma que el plan se extendió a todas. Incluso tampoco se dan para la de
Educación, que sí constaba en 2010. Sin embargo, en la globalización de los datos de 2011 se sobreentiende que todas las consejerías habrían contribuido a los resultados.
Tabla 1.-Ahorros publicitados por el Plan de IT 2010-11
Por otra parte, resulta difícil de entender la
relación entre los “ahorros” de días y de euros. Pues, si en 2010 el día ahorrado correspondía a
133,11 €, en 2011 un día equivale a
221,11 €. Y el cálculo para 30 días da cifras que nada tienen que ver con retribuciones mensuales medias reales, ni siquiera incluyendo las cuotas patronales de la Seguridad Social, ni que todas las bajas fueran del grupo A de mayores salarios. ¿No será que quién ha ahorrado ha sido el INSS en vez de la Comunidad de Madrid? No hay que olvidar que, en la IT, aquél corre con el 75% de la retribución y la empresa con el 25% restante. Lo que sí es evidente es el brusco
descenso de los “ahorros” entre 2010 y 2011 que se reducen en un 14,49% en euros y en un 48,57% en días. Y en ambos años, Sanidad ha sido, con el 50% de la plantilla comunitaria, la que ha generado casi el 95% del ahorro.
En la
tabla 2 se han resumido unos
datos básicos para obtener dos
indicadores estadísticos fundamentales que permitan comparar con rigor el
absentismo por enfermedad de los empleados públicos, sin la habitual demagogia y prejuicio acientífico. Aunque la información expuesta es suficientemente elocuente, quiero enfatizar que la
incidencia de bajas en los
“funcionarios” es más de 3 puntos inferior a la de la población general. Pero, además, la
duración media de sus bajas es de 11,5 días menos (41% inferior) que la del resto de trabajadores; y
ya era mejor en 2009 antes del plan (21,06 vs 28,18 días). Para el cálculo se han utilizado los datos de afiliación oficiales de la
Seguridad Social ya que los de titulares de activos en
ITWin (programa de gestión de la IT) han evolucionado menos de lo esperado en una situación de crisis como la actual.
Tabla 2.-Indicadores comparativos de la IT de funcionarios y población general
Espero que tomen buena nota de esto, sobre todo, los
máximos responsables de la Comunidad de Madrid que, por corresponderles nuestra gestión, deberían estar más a defender a sus trabajadores que a propiciar campañas gratuitas e injustas de desacreditación de la función pública. Y también sería de agradecer algo más de ecuanimidad por parte de algunos
portavoces empresariales que cargan contra los funcionarios más apoyados en prejuicios que en datos contrastados.
Finalmente, desde mi punto de vista, este plan
“pionero” de la Comunidad de Madrid
no se justifica en la necesidad de combatir una mayor bolsa de absentismo inexistente comparativamente. Y, por el contrario, creo que la Administración madrileña se prevale de su condición de gestora de recursos públicos para obtener un
trato privilegiado como empresa en el control de su propio absentismo por enfermedad, que para sí quisieran las demás.
Tabla 3.-RR HH dedicados al control de la IT por organizaciones
Para terminar, no creo que sea ocioso poner de manifiesto (
tabla 3) la
disparidad de recursos con que cuenta la
Inspección Sanitaria del Sistema Nacional de Salud (SNS) en Madrid frente a otras organizaciones que también gestionan y controlan la Incapacidad Temporal (IT). Estimamos que tanto el
INSS como las
Mutuas disponen de cerca del triple de recursos que el SNS, cuyos inspectores atienden otras muchas funciones aparte de la IT. De esta forma, es difícil asumir el
reto de mantener dignamente una competencia y muy fácil presumir de que las
“Mutuas Patronales” gestionan mejor (¿enfermedades profesionales?) y recabar con insistencia su mayor protagonismo, mientras se descapitaliza el
SNS (¿van a revertir los ahorros publicitados por la Comunidad de Madrid en una mejora de los recursos de la
Inspección Sanitaria?). Los
sindicatos tendrán algo que decir próximamente, en el desarrollo del
RDL 3/2012 (DA 4.ª), en cuanto a la
“potenciación” de las
MATEPSS frente a la del
SNS.
José M.ª Morán Llanes, Médico Inspector, Máster en Salud Pública, Vicepresidente de la FAISS (Federación de Asociaciones de Inspección de Servicios Sanitarios) y expresidente de la AISSMa.
Nota: Este artículo se publica simultáneamente en el diario sanitario electrónico Acta Sanitaria y en el blog de la AISSMa.
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