18 meses desde el Manifiesto del 02/06/2004
Parece razonable reflexionar sobre la evolución de los acontecimientos, sobre si ha habido alguna mejora real (sino empeoramiento) y cuales son las expectativas, el escenario a corto y medio plazo. Cada cual llegará a sus propias conclusiones, nosotros también, y este foro nos permitirá comunicarlo en toda su extensión.
Una Inspección Sanitaria moderna, objetiva, profesionalizada, con recursos (físicos y humanos) suficientes y adecuadamente retribuida es imprescindible para garantizar el funcionamiento transparente, de calidad y democrático del Servicio Público de Salud.
I.-Desde la efectividad del traspaso a la Comunidad de Madrid de las funciones y servicios del Instituto Nacional de la Salud (“Transferencias Sanitarias”), el 1 de Enero de 2002, y después de casi 2½ años, la perspectiva que el personal (el sanitario fundamentalmente) de las Inspecciones Sanitarias de Área (ISA; Inspecciones Médicas), compartida por otros Inspectores (Médicos y Farmacéuticos) y Enfermeros Subinspectores en diversos destinos, tiene sobre su situación es de completo abandono institucional. La falta de dirección y de liderazgo, la deriva organizativa, así como el trato de menosprecio recibido durante este tiempo y, por último, una sorprendente y muy perjudicial “homologación”, han producido una situación de conflicto que consideramos grave.
II.-La llegada al conflicto se concreta en la siguiente descripción:
- Los recursos físicos de las ISAs son los locales peor ubicados, dimensionados y conservados de todas las unidades del SNS. Esto mismo ocurre con el mobiliario y con los instrumentos informáticos, basados en programas de gestión obsoletos (de más de 10 y 15 años), sin mantenimiento preventivo de equipos y redes, etc.
- En cuanto a los recursos humanos, las plantillas de las Inspecciones se encuentran descapitalizadas tanto en personal técnico sanitario, al 50 y al 30% (en algunas hay un Inspector donde debería haber 3 ó 4; en ISA04, 1 Inspector para cerca de 700.000 habitantes), como en el de apoyo administrativo. En éstos, además del déficit crónico, parte del personal se dota con contrataciones ajenas a la propia Inspección y con una gran inestabilidad laboral. Resulta especialmente grave la competencia interna que supone el desarrollo de las Agencias Sanitarias, de dudoso valor añadido para el SNS, además del propio agravio retributivo.
- Funcionalmente, se ha carecido durante todo este tiempo de directrices, de planes de acción, de objetivos y de reuniones con responsables de las Áreas. Prácticamente no existen Procedimientos que normalicen de forma reglada los diversos Procesos Técnico Administrativos que se realizan, quedando a la discrecionalidad de Áreas y funcionarios la mejor forma de realizar sus respectivas funciones y tareas.
- Desde el punto de vista jerárquico y organizativo, hemos pasado en este tiempo por tres Direcciones Generales y hemos tenido cuatro responsables directos, los tres últimos con una duración de un mes, una semana y seis meses, respectivamente. No han sido desapercibidos los gestos de menosprecio hacia la Inspección, incluso públicos, sustitutivos de una verdadera voluntad (capacidad) de liderarla y reorganizarla.
- Paradójica y sorprendentemente, la Inspección fue el único colectivo marginado, tanto funcional como retributivamente, en el “Plan de Calidad” de la Sanidad de Madrid.
- Por último, y tras una política de incomunicación oficial (que llega hasta hoy), se nos ha homologado con grave perjuicio económico, hasta el punto de que lejos de mejorar nuestras retribuciones, homologándonos con colectivos de similar formación, capacidad y responsabilidad, se nos proponen “incrementos anuales ridículos” (12 € ó 237 €), e incluso pérdidas (-42 €), en el caso de los subinspectores.
- El agravio se agranda si se tiene en cuenta el resultado favorable habido para otros “licenciados”, así como para la mayoría del personal administrativo, incluido el de las ISAs (con subidas de hasta 1.800 €), adecuadamente defendidos por los sindicatos generales.
III.-Todo ello resulta chocante si consideramos las trascendentes (económica, asistencial y socialmente) funciones y tareas que venimos desarrollando, y que en una sociedad como la nuestra deben estar adecuadamente reconocidas tanto organizativa como retributivamente.
- El control de la Incapacidad Temporal (IT) es de un calado social y económico indudable (aunque no repercuta directamente en Sanidad, lo hace indirectamente con gran fuerza) y su situación manifiestamente mejorable con mínimas inversiones en Inspección. El progresivo interés de más agentes en ella (Mutuas, empresas, IMSalud, etc.) ha multiplicado el volumen y el nivel de exigencia (creciente judicialización), de difícil atención. No debe olvidarse tampoco la cuantía de más de 34 millones € que el INSS “abona” al Servicio Público de Salud de Madrid en función de una buena gestión de la IT.
- Cada vez son más numerosos, y el coste global de lo gestionado mucho mayor, los productos farmacéuticos sometidos a Visado de Inspección, habiendo aumentado la necesidad de valoración técnica por el Inspector y las posibilidades de discrecionalidad en su autorización.
- Los casos y, por ende, los Informes de Responsabilidad Sanitaria se han multiplicado exponencialmente, siendo no sólo una fuente de gasto (seguro, indemnizaciones) cada vez mayor, sino una vía de erosión del prestigio del SNS. La buena realización de estos informes (muy apreciados judicialmente) redunda en beneficio del sistema por varias vías.
- Tanto la realización de investigaciones internas y sus Informes Reservados, como la instrucción disciplinaria son relevantes y aportan valor añadido al SNS. Lo mismo que decir respecto de la elaboración de Informes de Acreditación y de las Auditorias y Evaluaciones de Centros y Servicios propios o de terceros.
- En varias de las funciones desarrolladas somos personal asistencial, tanto en sentido de una relación médico-paciente, como de atención al público, por lo que nos repercute en igual medida (o mayor, por conflictividades) el elevado crecimiento de TSI habido en los últimos años.
- Existen otras muchas que sería prolijo citar aquí y que también son de gran interés para la organización (Instrumento básico de control interno y para la Garantía de la Calidad) y para los pacientes (Autoridad Pública garante de protección de derechos fundamentales), que desempeñamos con carácter laboral de dedicación exclusiva y absoluta incompatibilidad.
Resulta lamentable la falta de reconocimiento que todas estas funciones técnicas han tenido en nuestros responsables, no pudiendo menos que preguntarnos ¿qué mayores cualificaciones o funciones más importantes realizan los profesionales mejor retribuidos que nosotros, y que se muestran en la tabla siguiente?.
IV.-Por todo ello, demandamos el inicio de conversaciones con los máximos responsables de la Consejería de Sanidad y Consumo en orden a tratar nuestras legítimas reivindicaciones, por las cuales estamos dispuestos a ejercer todas las medidas legales, de acción y de lucha a nuestro alcance.
- En primer lugar y a corto plazo, prioridad que ha sido establecida por los propios hechos derivados de la homologación, corregir los daños causados por ésta a través de una nueva Relación de Puestos de Trabajo (RPT) que equipare retributivamente al Médico Inspector, como mínimo, a los Médicos Evaluadores del INSS (EVI). Además, de forma proporcional, se adecuarán las retribuciones al resto del personal sanitario de la Inspección (Jefes de Área, Enfermeros y Farmacéuticos). Consideramos estimable al respecto la propuesta realizada por el sindicato CEMSATSE y no aceptada por la Administración.
- Dotación en dicha RPT del número de plazas de personal técnico sanitario y administrativo de apoyo suficientes para el desarrollo de las funciones atribuidas, según indicadores objetivos, y su correspondiente cobertura con funcionarios de carrera y, provisionalmente, con interinos. Se considerará exclusiva de Cuerpos propios. Debería incluir, con nivel de Subdirector General, la figura del responsable de la Inspección.
- Elaboración y aprobación legal del correspondiente “Reglamento de Organización y Funciones de la Inspección Sanitaria”. Se considerará exclusiva de Cuerpos propios.
- Diseño e implantación de un modelo organizativo y funcional de la Inspección Sanitaria de Madrid, con la colaboración de sus integrantes.
- Normalización de Métodos, Procesos y Procedimientos de Trabajo de toda la Inspección. Se ofrece la colaboración en Grupos Técnicos de Trabajo.
- Inversión suficiente en recursos físicos inmuebles, muebles e instrumentales, que corrijan la penuria actual y permitan realizar dignamente nuestro trabajo.
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