Consultoría para los 4 Nuevos Hospitales de la Comunidad de Madrid: ¿Chapuza o qué?
El pasado 31 de octubre, el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) publicó una Resolución de 3 de octubre de 2007, de la Secretaría General Técnica de la Consejería de Sanidad, por la que se convocaba concurso por procedimiento abierto para la adjudicación del contrato de consultoría y asistencia denominado: “Elaboración de los planes funcionales de cuatro nuevos hospitales de la Comunidad de Madrid”.
Las condiciones de dicha consultoría son las siguientes:
# Objeto: Prestación de apoyo técnico para la elaboración de planes funcionales de los nuevos hospitales de la Comunidad de Madrid (Hospital de Torrejón de Ardoz, Hospital de Collado Villalba, nuevo Hospital de Móstoles y Hospital de Carabanchel en Madrid), con el alcance y contenido detallado en el Pliego de Prescripciones Técnicas.
# Plazo de entrega: 4 semanas.
# Presupuesto: 237.568 € (unos 40 millones de ptas).
# Plazo de presentación de ofertas: Hasta el 16 de octubre.
# Apertura de ofertas: El 22 de octubre.
Respecto del calendario del concurso (como de la película “Regreso al Futuro”), preferimos pensar que es una chapuza; cualquier otra hipótesis sería escandalosa.
Pero en cuanto al fondo del asunto, no podemos sino lamentar la situación de ridículo en que se deja, una vez más, a los múltiples niveles técnicos de la Consejería de Sanidad, como incapaces de realizar unos trabajos para los que están perfectamente cualificados, si es que no los tuvieran ya preelaborados (Territorio, sociodemografía, frecuentación, plantillas, recursos actuales, etc.) y dispuestos para quién deba recoger frutos ajenos. Máxime, cuando no hace tanto tiempo que se han tenido que realizar los de los otros 8 hospitales publicitados hasta la saciedad y aún pendientes de funcionar.
¡Qué tiempos, los del Insalud!, en que este tipo de cosas se hacían con la seriedad técnica de los recursos propios de la organización y sin el sonrojo de despilfarrar el dinero de los contribuyentes: unos 40 millones de ptas, a 10 millones de ptas por “Plan Funcional”; ¡de vergüenza!.
3 comentarios:
No se de qué se extrañan Uds. Los "Planes Funcionales" de los otros 7 hospitales (el 8.º, el hospital de Valdemoro, es completamente privado y va por otra vía) de la legislatura anterior ya se hicieron por consultoras, tan ricamente. Eso sí, contando con todos los datos, la información y el soporte de la Consejería de Sanidad. Unos trabajan y otros hacen negocios.
Desde luego que resulta difícil de entender, desde una perspectiva de Sistema Nacional de Salud. Pues un plan funcional (de hospital o de otros dispositivos sanitarios) es un aspecto intrínseco, esencial de la acción planificadora de la sanidad. Y se supone que la Autoridad Sanitaria, la Consejería de Sanidad, sabe donde son necesarios nuevos recursos asistenciales, porqué los gestiona y porqué dispone de toda la información necesaria para dicha toma de decisiones planificadoras.
Uno puede estar de acuerdo, o no estarlo, con la privatización de la construcción y gestión parcial de hospitales públicos; es una decisión política de quién gobierna. Pero clama al cielo que la organización sanitaria encargue fuera de su seno (donde cuenta con técnicos planificadores sanitarios y con toda la información necesaria para ese proceso) la planificación sanitaria que es, casi tanto, como decir la política sanitaria.
Nadie se extraña de que quiénes se casan encarguen la gestión de los regalos a listas de bodas, que se escojan celebraciones más o menos prediseñadas o que se decidan por paquetes turísticos preparados para la luna de miel. Sin embargo, sería dificilmente entendible que se pidiera a otros que le diseñaran lo que debería ser el proyecto de vida en común con su pareja e incluso la declaración de amor. Estas cosas, creo yo, que las debe hacer uno mismo, pero como en la anécdota del torero "El Gallo" cuando le explicaban lo que hacía un filósofo: "es que tiene que haber gente pa tó".
El BOCM de hoy publica una Resolución de corrección de "errores en los plazos previstos" del concurso de consultoría objeto de este artículo. Así que, subsanada la chapuza, se mantiene el negocio sobre el cual no redundaremos por haber sido ya tratado adecuadamente por dos comentaristas anónimos.
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