Jornadas de Inspección Sanitaria. Ser o Parecer
Se acaban de celebrar las VII Jornadas Técnicas Andaluzas de Inspección de Servicios Sanitarios, en Almería, los días 24 a 26 de octubre, organizadas por la Asociación Andaluza de Inspección de Servicios Sanitarios (AAISS). Pocos días antes se celebraron en Madrid las I Jornadas Madrileñas de Inspección Sanitaria, organizadas por la Dirección General de Calidad, Acreditación, Evaluación e Inspección (DGCAEI).
Haciendo balance de unas y otras nos encontramos ante ese dilema tan mundano: ser o parecer. A pesar de la aparente identidad de ambas jornadas (identidad del nombre, cercanas en el tiempo, incluso en el espacio físico) hay una distancia sideral en los objetivos, en los contenidos, en las formas, en la esencia. Son increíbles las profundas diferencias (morales, intelectuales y personales) que se esconden tras unos eventos aparentemente similares. Como la vida misma. ¿En qué se parecen y en qué se diferencian?, salvo parte del nombre: “Jornadas de Inspección Sanitaria”, en nada más coinciden. Ni quién organiza, ni quién participa, ni qué se debate, en definitiva, qué son estas jornadas y para qué se organizan.
Las jornadas de Almería han sido organizadas por la Asociación profesional de inspectores sanitarios de Andalucía, con una amplia participación de los funcionarios de la inspección sanitaria. Su desarrollo ha contado con el apoyo de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Andalucía, facilitando la asistencia de los funcionarios o la participación en alguna mesa de cargos directivos. También ha habido una importante presencia de inspectores de casi todas las CC AA , y se han presentado Comunicaciones y Pósters.
Esto ha permitido un debate abierto, de crítica positiva, sobre la situación de la inspección sanitaria, sus problemas y su futuro. Sin ninguna duda ha sido algo enriquecedor para los profesionales de la inspección y para la propia Consejería y, en definitiva, para los ciudadanos que finalmente se benefician o sufren la atención del servicio público.
La jornada de Madrid ha sido organizada por la propia DGCAEI, ignorando a la única y mayoritaria asociación de profesionales de la Inspección Sanitaria: la AISSMa. Ningún inspector (médico, farmacéutico o subinspector) de Madrid ha presentado algún trabajo, comunicación o ponencia en las mesas de debate. No se ha visto la presencia de inspectores de otras comunidades, ni siquiera ha sido posible una presencia mayoritaria de los inspectores de Madrid. Sí estaba presente la plantilla de los servicios centrales, casi en pleno. Sorprendentemente, sí estaba presente en las mesas una importante representación de la sanidad privada; representantes que han hecho una dura crítica de la Inspección Sanitaria, a pesar de que, como señalo alguno, se les había pedido hablar en positivo. Menos mal.
Hace poco la prensa recogía una noticia de EE UU: un trabajador de Pepsi-Cola fue fulminantemente despedido al ser sorprendido, en su tiempo de descanso, almorzando con una Coca-Cola. No parece necesario llevar tan lejos el “orgullo de la empresa” pero, sin duda, es infinitamente menos malo que carecer de orgullo, o quizás peor, avergonzarse de la empresa que se dirige.
¿Qué sentido tiene que la Consejería de Sanidad (DGCAEI) organice una (s) jornada (s) para que representantes de la sanidad privada critiquen a la Inspección?. Es difícil saber si se trata de un caso de masoquismo, falta de dignidad o simple incompetencia, o una buena mezcla de todo ello.
Respecto a la participación en este tipo de eventos hay que recordar que el año pasado la directora Borrego impuso, no sabemos porqué pecado, como castigo general a todos los funcionarios de la inspección sanitaria de Madrid la prohibición de acudir a congresos [véase el punto 3 del artículo conmemorativo del día de los inocentes de 2006]: se denegaron las solicitudes para acudir al Congreso de Derecho Sanitario, al de la AEGRIS y al Congreso Nacional de Inspección Sanitaria. Tras su cese era lógico que se levantara el castigo pero no ha sido así. Parece que ésta no fue una más de sus arbitrariedades, al menos no fue una decisión individual.
El hecho cierto es que este año, a pesar del cambio de directora general, se mantiene la prohibición para acudir a congresos. Y se mantiene con los mismos peregrinos argumentos: que no hay dinero y que la normativa no prevé permisos para estos eventos.
Es lógico que si la ley no prevé estos eventos tampoco provea dinero para ellos. Pero no es lógico que se den los dos argumentos juntos y, además, el año pasado quedó claro que sí había dinero (¿presupuestado ilegalmente?), este año probablemente también haya aunque no nos hemos molestado en comprobarlo.
Pero es que, si no hay dinero y además la normativa no prevé permisos para estos eventos ¿cómo es posible que la propia DGCAEI organice uno de estos eventos?. No quiero pensar que la DG haya tenido que recurrir a donaciones espurias para organizar su evento. En fin “excusatio non petita, acusatio manifesta”.
Se dice que las comparaciones son odiosas; es una forma de censurar la comparación incorrecta de cosas que sólo aparentemente son comparables y que se utiliza frecuentemente a falta de mejores argumentos. La comparación de estas Jornadas de Inspección ciertamente puede resultar odiosa, pero no porque sea impertinente sino porque desvela una realidad insoportable. La política del avestruz, que es poco recomendada en los manuales de gestión de calidad, no es el camino para mejorar la situación de la Inspección Sanitaria de Madrid. Ya pasan más de seis años desde que la Comunidad de Madrid asumió las competencias de la Inspección Sanitaria y todavía estamos pendientes de que se defina la organización y funciones de la Inspección, ningún avestruz mantiene tanto tiempo la cabeza debajo del ala.
Santiago Porras Carrasco
Presidente de AISSMa
Madrid, 7 de noviembre de 2007
1 comentario:
Si es cierto que no tenemos la posibilidad legal de acudir a jornadas y congresos, ¡es vergonzoso! (sobre todo para quién sin ningún pudor lo afirma por escrito y no consta que busque una alternativa factible).
Y si no es cierto, lo que parece probado por las asistencias producidas, deberían aclararse cuales son las condiciones o fórmulas administrativas (así como los criterios) por los cuales van a jornadas y congresos quiénes sí lo hacen y para los que hay "crédito presupuestario" (de la consejería, de la correduría o de donde sea).
Resulta desagradable descubrir otro presunto foco más de arbitrariedad y de inseguridad laboral. Pero, en mi opinión, la asociación de inspección, aparte de la denuncia pública que ha hecho de este asunto, creo que debería dirigirse formalmente a la directora general para solicitar aclaraciones. Y, en caso de que no se dieran las explicaciones razonables que creo que esperaríamos la mayoría, dirigir una carta pública al Consejero de Sanidad y a la Presidenta para preguntar y reivindicar sobre este absurdo.
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