Centenario del Día Internacional de la Mujer; por J Morán

El pasado lunes 8 de marzo de 2010 fue el «Día Internacional de la Mujer», de cuya instauración se cumplen 100 años, aunque se celebró por primera vez el 19 de marzo de 1911. En sus orígenes, esta celebración se encontraba más ligada al concepto de “Mujer Trabajadora”, pero en la actualidad se ha hecho extensivo al conjunto del género femenino.

A pesar de la tremendra lacra de la violencia de género, cuya existencia reconocen el 71% de los españoles, según el último Eurobarómetro, sin embargo, es en el ámbito laboral en el que parecen más evidentes los rastros discriminatorios hacia la mujer. Así, encontramos la llamada “brecha salarial”, según la cual las mujeres perciben un 26% menos de retribución que los hombres, para los mismos puestos de trabajo. Y en cuanto al empleo, el diferencial entre hombres (66,34%) y mujeres (53,27%) es de algo más del 13%, en el conjunto de España, donde la comunidad más igualitaria es Cataluña y la menos Extremadura. Asimismo, dicho diferencial se encuentra por debajo del global de la Unión Europea que es del 12,3%.

Por fortuna para el mundo de la sanidad española, la presencia de la mujer en los puestos de mayor responsabilidad es algo que no se da en el conjunto de la sociedad. En los últimos años han sido mayoría las Ministras de Sanidad: Celia Villalobos, Ana Pastor, Elena Salgado y Trinidad Jiménez. Y por no remontarnos en la historia, baste echar una ojeada a las Consejeras de Sanidad de las CC AA, que también son numerosas: Cataluña, Andalucía, Galicia, Murcia, Extremadura, Canarias; en Madrid, el segundo nivel está ocupado por dos viceconsejeras. También es cierto que el porcentaje de trabajadoras sanitarias, desde los niveles técnicos a los más básicos, es uno los más altos (más del 55%) de todos los sectores de actividad económica.

Viene a propósito de esta celebración, la referencia que un compañero me ha hecho llegar de una versión moderna del cuento de La Cenicienta titulado «La Cenicienta que no queria comer perdices». La historia se autoeditó inicialmente en la red, donde sus autoras desarrollan un blog, para posteriormente publicarse en papel por la editorial Planeta que también le mantiene un sitio web. Además, es posible obtener el cuento en versión PDF.

Por otra parte, una trabajadora y buena amiga, a la que tengo gran afecto, me envió en estos días una presentación que destaca con ironía la sobrecarga de trabajo que le suponen a las mujeres el desempeño de sus múltiples roles sociales. En su honor y en el todas a las que representa, se reproduce más abajo.

Un Defecto En La Mujer

José M.ª Morán Llanes es Médico Inspector, Máster en Salud Pública y Presidente de la AISSMa.