Madrid (Health System) Is Different; Isn´t It?
Parafraseamos en el titular aquel eslogan turístico de los años 60 de "Spain is different" que hizo fortuna y se convirtió en referencia cultural de una época, tanto en aspectos positivos (los de una cultura diferente y atractiva para el turismo) como negativos (los que hacían alusión a los déficit democráticos y a la falta de planificación o de rigor profesional de algunas actividades).
La Consejería de Sanidad y Consumo de la Comunidad de Madrid (CM), en el asunto de la regulación legal del tabaquismo, como en otros anteriores (Listas de espera, visados de medicamentos, vacunas, etc.) parece buscar a toda costa una confrontada diferenciación ante el Ministerio de Sanidad y Consumo (MSC) y el conjunto de las demás CC AA que justificarían nuestro titular.
Así pues, el 8 de noviembre entró en vigor el Decreto 93/2006, de la Comunidad de Madrid de desarrollo y ejecución de la Ley 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo. Fue un día triste para la salud pública y para todos los que, pertenecientes a la sanidad o simples ciudadanos, en su día, nos alegramos de la promulgación de la citada Ley.
La aceptación social de la regulación ha venido siendo mucho mejor, incluso entre los propios fumadores, de lo que el Consejero Lamela afirma. Y que decir de los sanitarios que a través de sus más significados representantes en este campo aclamaron a la Ministra Salgado en el Congreso Mundial de Cardiología celebrado en Barcelona el pasado septiembre. ¿Podríamos imaginar un "reverso lamentable" en forma de homenaje al Sr. Lamela por parte de los gremios hosteleros (de algunos) de Madrid? ¡Que contraste!
Es evidente que la medida no beneficia a la salud de las personas. A los no fumadores, por supuesto. Pero los más perjudicados serán los fumadores que tendrán más oportunidades para seguir haciéndolo, sin contar con la colaboración de una necesaria abstinencia prevista por la Ley Estatal. Ya nadie se rasga las vestiduras por no poder fumar en los aviones y en los centros sanitarios, como antes parecía natural no hacerlo en un ascensor, en el cine o en misa.
Redundando en lo anterior, ha sido clamoroso el contraste de la acogida dada a la norma de la CM. Así el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT), que agrupa a 30 sociedades científicas y médicas solicitó al MSC que recurriera a los tribunales contra el Decreto de Madrid. Y los Médicos de Familia aseguran que va "en perjuicio de la salud de los madrileños". Por el contrario, la Federación Española de Hostelería (FEH) ha aplaudido la medida, como cabía esperar.
Asimismo, han resultado lamentables las altisonantes declaraciones del Consejero Lamela contra el dictamen del Consejo de Estado, riguroso y desprobatorio con la norma de Madrid.
Como todos los anteriores, estamos de acuerdo con la Ministra de Sanidad y Consumo que ha declarado que la CM antepone "los intereses comerciales a la salud de las personas" y apoyamos la presentación del recurso legal anunciado.
Finalmente, queremos reconocer el único aspecto favorable del Decreto madrileño: Las medidas de promoción de la salud, prevención y deshabituación (art. 8) que hacen presumir, aunque difusamente, la posibilidad de financiar los tratamientos de deshabituación; una oportunidad perdida por el MSC.
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