Aplicación de la Carrera Profesional al Personal de Inspección de Servicios Sanitarios
Recogemos en este artículo un resumen de la Mesa Redonda homónima del II Congreso de la FAISS, celebrado en Almagro el 26 de octubre de 2006, realizado por su Moderador y, a la vez, Presidente de la FAISS (Federación de Asociaciones de Inspeccion de Servicios Sanitarios) Dr. Luis Manuel Garrido Gámez, a quién agradecemos su colaboración. Asimismo, integradas en el texto junto a sus correspondientes referencias se exponen dos de las ponencias más interesantes: la del Dr. D. Juan José Rodríguez Sendín, Secretario General de la Organización Médica Colegial, y la de D.ª Maria Jesús Hidalgo, Secretaria General del Sindicato Médico de Andalucía.
Una vieja reivindicación de los profesionales dedicados a lograr una mayor salud humana es la posibilidad de progreso en su profesión sin necesidad de que este progreso esté necesariamente ligado al establecimiento de una relación de jerarquía y si, a una cualificación en el desempeño, y que esta cualificación se reconozca y avale por la autoridad competente y se plasme en unas retribuciones acordes a la misma. La Carrera Profesional se sitúa en este sentido como motivación extrínseca, ligada al desarrollo profesional de las personas aunque no exenta de repercusión económica.
Es evidente que el salario y reconocimiento actual de los profesionales sanitarios no guarda relación ni con el nivel de formación ni con la responsabilidad que tienen. Pero si el panorama entre el personal con funciones asistenciales no es alentador, es especialmente preocupante entre aquellos profesionales que prestan sus servicios como funcionarios no estatutarios en las diversas Consejerías de Salud o en los propios Servicios de Salud y que no se ven afectados por las mejoras laborales y retributivas de sus compañeros estatutarios. Mejoras conseguidas, la mayor parte de las veces, gracias a las presiones y acciones de los sindicatos mas representativos a nivel de las diversas mesas sectoriales de sanidad que cuentan con una alta presencia de compañeros titulados sanitarios.
En estos casos, al depender la negociación de sus condiciones económicas y laborales de las centrales sindicales con representación en las diversas mesas de función pública, cuyos representantes legalmente elegidos, en muy escaso número son compañeros de profesión, en el mejor de los casos son ignorados como colectivo específico especialmente cualificado en labores sanitarias, obviando en sus condiciones profesionales la circunstancia de que se les ha pedido una determinada titulación y conocimientos específicos para el acceso a un puesto de trabajo con gran repercusión sobre la calidad final de la asistencia prestada por el sistema y el nivel de salud de los ciudadanos.
La actividad inspectora se encuadra como un elemento básico en la gestión sanitaria y es uno de los principales instrumentos de organización y coordinación de las distintas unidades de las Consejerías o servicios de salud implicadas en el ejercicio de dichas funciones. Así, las funciones de inspección, evaluación, control, auditoría y acreditación sanitarias, así como las de supervisión de la organización y funcionamiento de los servicios sanitarios, se configuran como competencias fundamentales de la Inspección de Servicios Sanitarios y nadie puede dudar de su repercusión sobre el estado de salud de los ciudadanos.
Pero si además consideramos que las funciones y competencias desarrolladas por este personal contemplan también actuaciones profesionales que incluyen anamnesis, exploración clínica, interpretación de pruebas complementarias, diagnóstico, tratamiento y valoración de indicaciones terapéuticas, no se puede concluir de otra manera que resaltar la condición de personal sanitario de los/as médicos/as y farmacéuticos/as inspectores/as y enfermeros/as subinspectores/as. Al requerirse una titulación sanitaria para su desempeño no es posible obviar el carácter sanitario de los profesionales dedicados a estas actividades.
Por unas y otras razones han de serles de aplicación las previsiones sobre Carrera Profesional contenidas en la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias.
En este sentido, la Carrera Profesional puede constituir también entre este personal una excelente herramienta de desarrollo profesional al preservar los valores y actitudes de mantenimiento y desarrollo de la competencia y fomentar el interés por el trabajo que se realiza.
Mantener unas condiciones laborales y retributivas inferiores dentro de la misma organización a profesionales para los que se pidió en el acceso a su puesto de trabajo una misma titulación solo podría justificarse argumentando implícitamente lo contrario: que esos compañeros, trabajan menos, su trabajo es de menor responsabilidad o simplemente que con su trabajo diario, de planificación, evaluación, inspección aportan menos beneficios al sistema que los que desarrollan una labor asistencial. Es lamentable decirlo pero en cualquier otra organización se retribuye y considera más los niveles directivos, de planificación, evaluación y control que en la nuestra.
En cuanto al contenido de las intervenciones, los diversos ponentes prácticamente coincidieron en la absoluta necesidad y oportunidad de la aplicación de lo previsto en la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias a la Inspección de Servicios Sanitarios así como en los argumentos legales para ello, ya esbozados, cierto que en algunos casos, con matizaciones sobre la vía a utilizar, estatutarización, aplicabilidad directa o a través del futuro Estatuto Básico del Empleado Público, como veremos.
Para comenzar, D. Juan José Rodríguez Sendín, Secretario General de la Organización Médica Colegial, nos habló de la Carrera como un derecho individual, cuya aplicación a la Inspección de Servicios Sanitarios solo depende de la voluntad política y habría que analizar las causas de una posible exclusión para poner el remedio adecuado. Puesto que las leyes de mercado al menos de momento no están influyendo en la necesidad de captación de profesionales, es de justicia profesional el que abarque a todos los trabajadores sanitarios del sistema. Algo por lo que siempre se ha decantado la Organización Médica Colegial. Una copia de su presentación, en formato pdf, puede descargarse en este enlace.
A continuación Maria Jesús Hidalgo, Secretaria General del Sindicato Médico de Andalucía, reclamó la carrera profesional para todos los profesionales a partir de un enfoque muy interesante en el que se relacionaban las tres leyes con consecuencias con respecto a la carrera profesional: Ley de Calidad y Cohesión, Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias y Ley del Estatuto Marco y nos alentó a la creación de grupos de presión para reivindicar y conseguir su aplicación a personal no estatutario-asistencial y/o conciliar en su caso la aplicación de lo previsto en la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias con el Proyecto de Estatuto Básico del Empleado Público. Puede descargarse una copia de su presentación, en formato pdf, en este enlace.
En tercer lugar intervino Pilar Navarro, Secretaria General del Sector Salud y Servicios Sociosanitarios de FSP-UGT, que nos aportó el punto de vista de dicha Central Sindical sobre el tema. Nos habló de la falta de coordinación existente entre los procesos llevados a cabo en las distintas comunidades y de la necesidad de impulsar un Consejo Interterritorial en el que cupiera algo más que el marco general, fijando unos criterios amplios de cohesión y homologación. Pidió que se desarrollase reglamentariamente lo previsto el la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias para que abarcara a todo el personal sanitario de los distintos Servicios de Salud y Consejerías cada Comunidad Autónoma y la necesidad de extender a otros colectivos no sanitarios los mismos planteamientos.
Finalmente, Luis Felipe García-Calvo, Director General de la Función Pública de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha definió la carrera como resultado de un esfuerzo personal, algo voluntario, y la consideró un proyecto bien concebido y diseñado para estimular el trabajo bien hecho y retribuirlo en consecuencia. Nos habló del intento de “exportar” el modelo de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias al Estatuto Básico del Empleado Público estableciendo la similitud entre la carrera horizontal prevista en este último con la profesional prevista en la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias con el objetivo de disociar la estructura organizativa institucional con la carrera profesional individual y particular y como un freno para la excesiva movilidad. Asimismo planteó la necesidad de conservar el estatus funcionarial de los inspectores en función de mantener su consideración de autoridad pública y actuación independendiente ofreciendo como sugerencia establecer nuevas estrategias en el encuadramiento de los servicios de inspección en la administración.
En suma, conscientes de que el incentivo de carrera profesional no puede ni debe ser ajeno a los licenciados en medicina y cirugía y farmacia, así como a los enfermeros que, aunque no prestan sus servicios en el área clínica, desempeñan funciones igualmente relevantes en el sistema sanitario, como las de planificación, evaluación e inspección sanitarias, desde la mesa se reivindicó la aplicación de las previsiones de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias sobre desarrollo profesional al personal de inspección y subinspección de servicios sanitarios así como a todo el personal sanitario de las administraciones con ese mismo tipo de competencias. Y ello porque aunque no presten atenciones clínicas diagnósticas y terapéuticas a los ciudadanos, con su aportación profesional contribuyen de manera muy considerable a la protección de la salud colectiva.
4 comentarios:
T0DO ESTO EN PLAN TEORIA ESTA MUY BIEN, PERO LA REALIDAD ES QUE LA ADMINISTRACION, POR LO MENOS LA MADRILEÑA, NO ESTA POR LA LABOR. MI PREGUNTA ES:¿CUAL VA A SER LA ACTITUD DE NUESTRO COLECTIVO? LA TRADICIONAL DE QUEJARNOS MUCHO DE LO MAL NOS TRATAN O SE VAN A PLANTEAR MEDIDAS ACTIVAS, QUE NO AGRESIVAS, REIVINDICATIVAS. CREO QUE MERECE LA PENA QUE NOS UNAMOS PARA LUCHAR POR NUESTROS INTERESES.
Estoy de acuerdo con el compañero. A todo el abandono que venimos arrastrando se suma quedar descolgados de la Carrera Profesional. Y no es sólo por el dinero (más de 13.000 € al año y otros 3.000 ó más en productividad). ¡Dime como te pagan y te diré como te consideran; y viceversa!
He firmado la carta que unos compañeros han promovido. Se lo agradezco, pero no tengo ninguna fe en que haya resultados; ni contestarán.
Ni funciones, ni retribuciones. "En Madrid, la mejor carrera profesional sanitaria" y el peor trato a la Inspección. Mientras nos dejemos. Deberíamos mirar a los asistenciales. ¿Son mas listos?; ¿saben unirse en lo importante? ¿son más valientes? Así les va; así nos va. A los sindicatos tampoco les importamos demasiado; ni a unos ni a otros; ¡ni para las huelgas nos convocan!
Las fechas tampoco son las mejores pero después de las fiestas habría que valorar la situación y plantear acciones de algún tipo. ¿Piensa hacer algo la Asociación? ¿Algún compañero quiere asumir el liderazgo? Arancha tiene la ventaja de ser casi nueva aquí y no tendrá todavía los prejuicios hacia el propio colectivo de algunos de nosotros ni sufrirá las enemistades miserables de los que llevan tiempo en Madrid. Según mi opinión, habría que apoyarla. Y, desde luego, por encima de divergencias personales, la Asociación debería echar el resto; me gusta como lo hace con la web y se merece el apoyo del colectivo en este momento, por nuestro propio interés; además no tenemos otra.
¿Quien está en desacuerdo con la implantación de la carrera profesional a los miembros de la inspección sanitaria?
NADIE.
Ni nuestros jefes, compañeros también de profesión, titulación y oposición, se oponen. Incluso han llegado a proponer una recogida de firmas solicitando a la “superioridad” que se nos incluya. Algo es algo, como no podía ser de otra manera.
¿Hay alguien pues en contra…?
¿Qué significa la no incorporación a la carrera profesional?
¿Hablamos de dignidad? Vamos a resumirlo mucho: la pérdida de 13 a 16.000 Euros de masa salarial comparativamente con el personal estatutario incorporado a la carrera.
Sí, se trata de dinero. Porque las retribuciones “traducen” la dignidad profesional.
Es verdaderamente indigno.
Ni por titulación, ni por formación, ni por profesionalidad, ni por dedicación (incompatible por cierto), ni por edad, ni por años de servicio a la administración pública, nos merecemos esto.
Quien no lo vea, es que ya ha quedado ciego y sordo en esta situación de degradación en la que nos encontramos.
Se echan de menos voces que reclamen con cordura, pero con firmeza, nuestra DIGNIDAD profesional y unas retribuciones JUSTAS.
¿Seremos capaces de unir nuestras voces?
¿Habrá alguien que vehicule nuestro malestar?
¿O ya, en nuestro fuero interno, hemos decidido jubilarnos?
Pregunta concreta a la Presidencia de la Asociación:¿Tiene pensado promover una convocatoria de Asamblea o algún otro tipo de acción reindivicativa? Pienso que debe ser la Asociación la que tome el protagonismo,ya que de los Sindicatos no tenemos apoyo para nuestro colectivo concreto y no creo que la solución sea esperar a que alguien a nivel individual asuma el liderazgo, cosa que por otra parte veo dificil que vaya a suceder.
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