La Prestación Farmacéutica de las Mutualidades de Funcionarios Españoles: ¿Buena, Bonita y Barata?, de C. García Marco
La Revista de Administración Sanitaria ha publicado en el número 1 de este año [Rev Adm Sanit. 2007;5(1):17-34] el trabajo de nuestro compañero y colaborador Carlos García Marco cuyo título da nombre a este artículo. Con permiso del autor, reproducimos a continuación el resumen de dicha publicación y ponemos a disposición de los lectores el trabajo completo (en formato pdf) en este enlace y en nuestro Serv. Documentación AISSMa.
Objetivos. Comparar indicadores de la prestación farmacéutica en mutualismo y Sistema Nacional de Salud (SNS).
Material y Métodos. Se muestran cifras de recetas y gasto facturados por farmacias a las Mutualidades y SNS en el año 2003, a nivel estatal y autonómico. Se calculan ratios MUFACE/SNS de: a) copagos, gastos y recetas, por persona (“activa” y “pensionista”) y por tramo (subvención general y adicional por Aportación Reducida) y b) envases consumidos y precios por grupos terapéuticos.
Resultados. El mutualismo financia más del 6,7% de las recetas públicas dispensadas en Ceuta-Melilla, Madrid, Andalucía, Castilla-León, Murcia o Extremadura, pero apenas llega al 2% en Cataluña y País Vasco, superando en presupuesto farmacéutico a muchas Comunidades Autónomas. En MUFACE, el 58,4% de las recetas se destinan a mutualistas en “activo”, cuyo gasto per cápita multiplica por 1,43 al del SNS mientras que el copago lo hace por 1,14, por sobreprescripción (ratio de 1,32) y mayor gasto por receta (1,09). Dicho exceso de gasto no afecta al tramo de Aportación Reducida (0,83) sino al de subvención general (1,59), donde supone 42,08 millones euros.
El gasto por “pensionista” es la mitad del SNS, por la menor demanda de recetas (0,61) y pese al mayor precio de éstas (1,02), y multiplica por 3,34 al del mutualista “activo” mientras que el copago lo hace por 3,20 recaudando 27,53 millones euros.
Los ratios por grupo muestran menor consumo mutualista per cápita de envases cardiovasculares (0,57), sangre (0,66), metabolismo (0,68), nervioso (0,74), “efectos” (0,46) y “genéricos” (0,40) y mayor consumo de antiinfecciosos (1,18), genitourinarios (1,17) y “fórmulas magistrales” (2,14), con precios más altos en envases nerviosos (1,05), dermatológicos (1,14), musculares (1,18), “fórmulas” (1,72) y genéricos (1,08).
Conclusiones. Las recetas mutualistas no sustituyen a las del SNS, sobre todo en consumo “pensionista”, conllevando sobremedicación de necesidad cuestionable en “activos”, por lo que su prescripción debería encomendarse al SNS.
Carlos García Marco es Médico Inspector por oposición desde 1985, trabaja en la Administración Central del Estado y ha publicado diversos trabajos sobre el SNS.
1 comentario:
Enhorabuena por el artículo de Carlos García Marco. Sin duda, interesante y, en parte, sorprendente.
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