50 Aniversario de la Muerte de Gregorio Marañón; por J Morán
Comenzaré escribiendo que este artículo es la satisfacción de una deuda injustamente demorada desde hace nueve meses. Como los interesados en la figura de Gregorio Marañón sabrán, el 27/03/2010 se cumplieron cincuenta años de su fallecimiento en Madrid y que, con ese motivo, se organizaron diversas celebraciones lideradas por la SECC (Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales). Desde entonces había previsto realizar una reseña digna de la figura de Marañón y con ese fin traté de documentar su publicación. Sin embargo, la ambición del empeño, diversas prioridades editoriales y de otro orden difirieron 'sine die' mi reseña. Acto de contrición aparte, tras una amplia revisión, llegué a la humilde conclusión de que lo mejor era introducir al genio y enlazar una selección de lo publicado por autores más dignos y diligentes que yo, que ya habían glosado su figura con esta ocasión.
Como se dice en el sitio web de la SECC, Gregorio Marañón fue un hombre clave de nuestro tiempo, eminente médico, escritor brillante e intelectual ilustre que llegó a ser miembro de las Academias españolas de Historia, Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Desde que era estudiante de medicina, ya destacó por su genialidad y dedicación. Así se autodefinía como un “trapero del tiempo”, como reconocía su ilustre nieto del mismo nombre al periodista y escritor Juan Cruz (El País Semanal, 14/03/10). En esta misma entrevista destaca que “El eje de la vida de mi abuelo fue su relación amorosa con mi abuela”, así como “su apasionamiento y lo que él describió como la ambivalencia liberal, la posibilidad no sólo de respetar sino de empatizar, de inclinarse afectivamente con el que piensa de otro modo, sin que esta ambivalencia te impida tomar partido y conocer bien cuál es tu posición”. O también su convicción “sobre la prevalencia de la bondad sobre la inteligencia”, así como “su progresismo, su compromiso social contra la injusticia” y también “su humanismo, su interés por todo y su disponibilidad para todos”.
Aunque Gregorio Marañón destacó como padre de la endocrinología y sexología en España, antes había sido un gran impulsor del estudio de las enfermedades infecciosas. Pero también llevó la medicina al terreno social, epidemiológico y de la salud pública con su extraordinaria 'Memoria' sobre Las Hurdes, en cuya resolución implicó al propio Rey Alfonso XIII. Y como autor su enorme obra de más de 125 libros y 1.800 artículos es calificada como intimidante por el historiador Juan Pablo Fusi en su artículo “Marañón, clave española”. Este mismo autor analiza su difícil posición intelectual y política en la convulsa época en que le tocó vivir, pero apoyando siempre a la República primero ante la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) y después contra el golpe del general Franco. A pesar de ello tuvo que exiliarse a París (diciembre 1936), dado el radicalismo de su propio bando republicano en la Guerra Civil. Y no pudo regresar hasta noviembre de 1942 a Madrid, estando marginado por su ideología liberal y apoyo a la II República hasta 1946-47 en que gracias a su relevancia médica y científica fue recuperando su labor académica, la plaza asistencia en el Hospital General de Madrid y su querida propiedad “El Cigarral”, en Toledo.
Además de los ya enlazados, creo de interés las siguientes referencias:
* Artículos de José Manuel Brea en el Blog “Medicina y Melodía” (Diciembre 2010): «Gregorio Marañón, la hondura de lo humano», 1.ª parte y 2.ª parte
* Vídeo producido por SECC y TVE, emitido por La2 el 23/12/10, «Gregorio Marañón: Médico, Humanista y Liberal»
Reseña realizada por José M.ª Morán Llanes es Médico Inspector, Máster en Salud Pública y Presidente de la AISSMa.
Como se dice en el sitio web de la SECC, Gregorio Marañón fue un hombre clave de nuestro tiempo, eminente médico, escritor brillante e intelectual ilustre que llegó a ser miembro de las Academias españolas de Historia, Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Desde que era estudiante de medicina, ya destacó por su genialidad y dedicación. Así se autodefinía como un “trapero del tiempo”, como reconocía su ilustre nieto del mismo nombre al periodista y escritor Juan Cruz (El País Semanal, 14/03/10). En esta misma entrevista destaca que “El eje de la vida de mi abuelo fue su relación amorosa con mi abuela”, así como “su apasionamiento y lo que él describió como la ambivalencia liberal, la posibilidad no sólo de respetar sino de empatizar, de inclinarse afectivamente con el que piensa de otro modo, sin que esta ambivalencia te impida tomar partido y conocer bien cuál es tu posición”. O también su convicción “sobre la prevalencia de la bondad sobre la inteligencia”, así como “su progresismo, su compromiso social contra la injusticia” y también “su humanismo, su interés por todo y su disponibilidad para todos”.
Gregorio Marañón entre Antonio Machado y José Ortega y Gasset
Aunque Gregorio Marañón destacó como padre de la endocrinología y sexología en España, antes había sido un gran impulsor del estudio de las enfermedades infecciosas. Pero también llevó la medicina al terreno social, epidemiológico y de la salud pública con su extraordinaria 'Memoria' sobre Las Hurdes, en cuya resolución implicó al propio Rey Alfonso XIII. Y como autor su enorme obra de más de 125 libros y 1.800 artículos es calificada como intimidante por el historiador Juan Pablo Fusi en su artículo “Marañón, clave española”. Este mismo autor analiza su difícil posición intelectual y política en la convulsa época en que le tocó vivir, pero apoyando siempre a la República primero ante la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) y después contra el golpe del general Franco. A pesar de ello tuvo que exiliarse a París (diciembre 1936), dado el radicalismo de su propio bando republicano en la Guerra Civil. Y no pudo regresar hasta noviembre de 1942 a Madrid, estando marginado por su ideología liberal y apoyo a la II República hasta 1946-47 en que gracias a su relevancia médica y científica fue recuperando su labor académica, la plaza asistencia en el Hospital General de Madrid y su querida propiedad “El Cigarral”, en Toledo.
Gregorio Marañón y Pío Baroja, en 1939, en París
Además de los ya enlazados, creo de interés las siguientes referencias:
* Artículos de José Manuel Brea en el Blog “Medicina y Melodía” (Diciembre 2010): «Gregorio Marañón, la hondura de lo humano», 1.ª parte y 2.ª parte
* Vídeo producido por SECC y TVE, emitido por La2 el 23/12/10, «Gregorio Marañón: Médico, Humanista y Liberal»
Reseña realizada por José M.ª Morán Llanes es Médico Inspector, Máster en Salud Pública y Presidente de la AISSMa.
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