La Nueva Ley del Tabaco (I); por M Oñorbe
Hace ya algunas semanas que el buen amigo y compañero Pepe Morán me abrió la posibilidad de escribir unas líneas para el blog de la AISSMa, blog que, dicho sea de paso, se ha establecido como una referencia en nuestro sector, a propósito de la aprobación y entrada en vigor de la nueva ley antitabaco (Ley 42/2010). Imagino que por haber sido yo el ponente de la ley antitabaco de hace cinco años (Ley 28/2005), y por cuyo endurecimiento ya abogué.
Acepté su ofrecimiento pero no había puesto manos a la obra, lo tenía en agenda y siempre lo dejaba para más adelante esperando que la Ley fuese una realidad y poder opinar de lo que estaba sucediendo. Es el momento, ya han pasado unos días de su entrada en vigor y parece que las cosas van relativamente bien aunque las noticias que ocupan las portadas de los informativos sean, como siempre, los insumisos, las peleas o y las declaraciones intempestivas de algunos, frente a la no-noticia de la mayoría de la población que se está beneficiando de la Ley.
Las personas a las que nos gusta escribir nuestras opiniones, pensamientos y experiencias sabemos que solo se escribe bien desde el entusiasmo o desde la indignación. Afortunadamente no he tenido ninguno de estos dos estados de ánimo, (aunque he estado cerca) en estos días, cosa que es siempre lo deseable en una sociedad desarrollada y “normal”, aunque dificulte el escribir una columna de este tipo.
Algunos artículos de opinión de los mismos de siempre y algunas intervenciones en medios con los argumentos de su libertad y de los talibanes que no les dejan echar el humo del tabaco encima de los otros y poco más. Ya se han dejado de oír los discursos cuestionando que el tabaco sea malo para la salud (salvo Fernando Savater hace unos días) y determinados políticos que hace 5 años hicieron lo posible para que fracasara la ley de prevención del tabaquismo, ahora están mas callados (o calladas).
Así pues, voy a dejar pasar las tonterías sobre los puestos de trabajo que se van a perder y la ruina de los hosteleros y voy a posponer para otra ocasión el comentar asuntos como los tratamientos antitabaco que hay que evaluar seriamente antes de reivindicar que se paguen por el Sistema.
En cambio si quiero reflexionar sobre el tema de “la libertad” ante los riesgos de enfermar por algún factor exógeno como el tabaco.
En los factores de riesgos de enfermar y de morir que son fundamentales en nuestra sociedad, tenemos que diferenciar entre lo que podemos denominar Riesgos impuestos y los que yo llamo Riesgos asumidos.
Lo explico: determinados riesgos pueden ser asumidos por el individuo si tiene suficientes conocimientos y capacidad de juicio para hacerlo, pero es labor de la Administración Sanitaria proporcionar la información para que las personas tomen sus decisiones (siempre en igualdad de oportunidades con los miles de millones que gastan las multinacionales). Otros riegos son impuestos y el individuo solo no puede evitar que le produzcan enfermedades o contribuyan a las mismas; estos riesgos impuestos hay que evitarlos o minimizarlos y es la Administración la que ha de tomar las medidas para ello. Ejemplos de lo dicho: el humo del tabaco que respirábamos hasta el pasado día 2 de enero en un local cerrado si éramos camareros del mismo es un riesgo impuesto, la contaminación del aire o de las aguas, las sustancias peligrosas en alimentos, etc. son ejemplos de riesgos impuestos. El fumar o comer determinadas cosas, el no hacer ejercicio... son decisiones asumidas (aunque como hemos dicho antes entre comillas).
Quiero resaltar que cuando he puesto la libertad entre comillas es para no mezclar el concepto de Libertad con la supuesta “libertad” de fumar o no en un bar, mezcla que sí utilizaron profusamente contra la ley del 2005 haciendo llamamientos populistas a defender la Libertad, cuando muchos de los (las) que los hacían no se habían caracterizado a lo largo de su vida pública por defender la Libertad que tanto esfuerzos y sufrimiento ha costado a España a lo largo de su historia.
Termino, creo que en este tipo de blogs lo que se publica ha de ser sencillo y breve y si hay que decir mas cosas hacer otro “post”. Dentro de unos días, si los responsables del blog me lo permiten volveré con otros comentarios sobre la marcha de la ley y sobre algunos temas que he dejado pendientes como la forma de transmitir los mensajes de promoción de la salud que han de ser de calidad de vida y de salud y felicidad.
Y mis mejores deseos para 2011 a todos los compañeros y compañeras.
Manuel Oñorbe de Torre es Médico Epidemiólogo de la Comunidad de Madrid, donde fue responsable de Promoción de la Salud y Epidemiología; ha sido DG de Salud Pública del Ministerio de Sanidad y Consumo (2004-2008) y previamente DG Salud Pública de Castilla La Mancha.
Acepté su ofrecimiento pero no había puesto manos a la obra, lo tenía en agenda y siempre lo dejaba para más adelante esperando que la Ley fuese una realidad y poder opinar de lo que estaba sucediendo. Es el momento, ya han pasado unos días de su entrada en vigor y parece que las cosas van relativamente bien aunque las noticias que ocupan las portadas de los informativos sean, como siempre, los insumisos, las peleas o y las declaraciones intempestivas de algunos, frente a la no-noticia de la mayoría de la población que se está beneficiando de la Ley.
Las personas a las que nos gusta escribir nuestras opiniones, pensamientos y experiencias sabemos que solo se escribe bien desde el entusiasmo o desde la indignación. Afortunadamente no he tenido ninguno de estos dos estados de ánimo, (aunque he estado cerca) en estos días, cosa que es siempre lo deseable en una sociedad desarrollada y “normal”, aunque dificulte el escribir una columna de este tipo.
Algunos artículos de opinión de los mismos de siempre y algunas intervenciones en medios con los argumentos de su libertad y de los talibanes que no les dejan echar el humo del tabaco encima de los otros y poco más. Ya se han dejado de oír los discursos cuestionando que el tabaco sea malo para la salud (salvo Fernando Savater hace unos días) y determinados políticos que hace 5 años hicieron lo posible para que fracasara la ley de prevención del tabaquismo, ahora están mas callados (o calladas).
Viñeta de El Roto, publicada por el diario El País el 08/01/06
Así pues, voy a dejar pasar las tonterías sobre los puestos de trabajo que se van a perder y la ruina de los hosteleros y voy a posponer para otra ocasión el comentar asuntos como los tratamientos antitabaco que hay que evaluar seriamente antes de reivindicar que se paguen por el Sistema.
En cambio si quiero reflexionar sobre el tema de “la libertad” ante los riesgos de enfermar por algún factor exógeno como el tabaco.
En los factores de riesgos de enfermar y de morir que son fundamentales en nuestra sociedad, tenemos que diferenciar entre lo que podemos denominar Riesgos impuestos y los que yo llamo Riesgos asumidos.
Lo explico: determinados riesgos pueden ser asumidos por el individuo si tiene suficientes conocimientos y capacidad de juicio para hacerlo, pero es labor de la Administración Sanitaria proporcionar la información para que las personas tomen sus decisiones (siempre en igualdad de oportunidades con los miles de millones que gastan las multinacionales). Otros riegos son impuestos y el individuo solo no puede evitar que le produzcan enfermedades o contribuyan a las mismas; estos riesgos impuestos hay que evitarlos o minimizarlos y es la Administración la que ha de tomar las medidas para ello. Ejemplos de lo dicho: el humo del tabaco que respirábamos hasta el pasado día 2 de enero en un local cerrado si éramos camareros del mismo es un riesgo impuesto, la contaminación del aire o de las aguas, las sustancias peligrosas en alimentos, etc. son ejemplos de riesgos impuestos. El fumar o comer determinadas cosas, el no hacer ejercicio... son decisiones asumidas (aunque como hemos dicho antes entre comillas).
Quiero resaltar que cuando he puesto la libertad entre comillas es para no mezclar el concepto de Libertad con la supuesta “libertad” de fumar o no en un bar, mezcla que sí utilizaron profusamente contra la ley del 2005 haciendo llamamientos populistas a defender la Libertad, cuando muchos de los (las) que los hacían no se habían caracterizado a lo largo de su vida pública por defender la Libertad que tanto esfuerzos y sufrimiento ha costado a España a lo largo de su historia.
Termino, creo que en este tipo de blogs lo que se publica ha de ser sencillo y breve y si hay que decir mas cosas hacer otro “post”. Dentro de unos días, si los responsables del blog me lo permiten volveré con otros comentarios sobre la marcha de la ley y sobre algunos temas que he dejado pendientes como la forma de transmitir los mensajes de promoción de la salud que han de ser de calidad de vida y de salud y felicidad.
Y mis mejores deseos para 2011 a todos los compañeros y compañeras.
Manuel Oñorbe de Torre es Médico Epidemiólogo de la Comunidad de Madrid, donde fue responsable de Promoción de la Salud y Epidemiología; ha sido DG de Salud Pública del Ministerio de Sanidad y Consumo (2004-2008) y previamente DG Salud Pública de Castilla La Mancha.
1 comentario:
Es de agradecer la aportación de Manolo Oñorbe, por su conocimiento del tema, debido a su experiencia profesional, esperamos la segunda parte con interes
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