Sobre las Declaraciones de la AISSMa en Relación con la Actualidad del "Caso de las Sedaciones del Hospital Severo Ochoa"; por José M.ª Morán
El diario El País ha publicado el pasado sábado 9 de febrero de 2008, en portada del suplemento de Madrid el artículo "Los inspectores desmontan la acusación de Güemes sobre Leganés". En el mismo se recogen declaraciones de quien suscribe, José M.ª Morán, actual Presidente de la Asociación de Inspección de Servicios Sanitarios de Madrid (AISSMa), y del anterior responsable de la misma, Santiago Porras. Considero necesario precisar que, a pesar de la evidente caracterización de ambos declarantes, las manifestaciones emitidas se hacen a título personal, por cuanto no se ha establecido formalmente una posición de la Asociación al respecto de los asuntos tratados.
Según publicó el diario El País del 05/02/08:
«El consejero de Sanidad, Juan José Güemes... Aseguró que el médico interfirió desde su cargo en la investigación de los inspectores de Sanidad realizada hace tres años.». Así como, «Montes retó al consejero a decir "cómo, dónde y cuándo" ha interferido en la investigación. Cuando los inspectores enviados por el anterior consejero, Manuel Lamela, iniciaron sus pesquisas en el Severo Ochoa, él ya había sido destituido: "Es una mentira y solicito al Cuerpo de Inspectores que se pronuncien sobre esto".»
Es en este contexto, a raíz de las manifestaciones del Consejero de Sanidad de Madrid, Sr. Güemes, y del llamamiento público del Dr. Montes, en el cual fueron solicitadas las mencionadas declaraciones sobre obstrucción y mortalidad, que fueron publicadas el sábado pasado. Obvio es decir que tanto los titulares como la redacción del artículo son obra propia del periodista que lo firma. Y nuestras respectivas expresiones se incluyen adecuadamente entrecomilladas.
Tengo que decir que tras los autos judiciales favorables al Dr. Montes y el archivo de las actuaciones por parte del Colegio Oficial de Médicos de Madrid, me resulta sorprendente que surja ahora una presunta obstrucción a la labor inspectora por parte de aquél. Nuestro colectivo no es muy numeroso (algo más de cien efectivos en puestos funcionales de inspección) y eso permite que nos conozcamos casi todos. Por ello, un hecho como ese (la obstrucción), en un caso tan importante como el que nos ocupa, sería de sobra conocido por la mayoría (sin que tal conocimiento afectara a los aspectos íntimos de la investigación que siempre son tratados con sigilo y discreción, como no podría ser de otra manera). Y por cierto, tampoco he visto ninguna alusión a la presunta obstrucción en los diversos Autos Judiciales, ni en las referencias de los medios al caso durante todos estos años, ni como argumento de la Consejería ni de nadie. Desde luego, si existió, debió ser de gran discreción.
En cuanto a la estadística de mortalidad que se ha difundido desde la Consejería de Sanidad de Madrid (ver gráfico previo) y que han publicado diversos medios, considero que no resiste el más mínimo análisis, sin necesidad de alcanzar la complejidad de estudios como el que desarrolló la Sociedad Española de Epidemiología. Así se nos ha presentado un gráfico de puntos y líneas en el que se recoge el número de fallecidos anuales, desde 2002 hasta 2007, en el servicio de urgencias del hospital Severo Ochoa de Leganés, del que se pretende deducir un descenso de los fallecimientos a raíz del cese del Dr. Montes. Pero nada se dice en esta simplista estadística sobre los cambios habidos en la población atendida en urgencias, ni del traslado de los pacientes terminales a morir en planta (o derivados a centros concertados), ni de la puesta en marcha progresiva del hospital de Fuenlabrada cuya población era antes atendida en el de Leganés. En fin, metodológicamente débil.
Para finalizar, no quiero dejar de comentar que la Inspección Sanitaria es un órgano profesional y técnico de la Administración, del Sistema Nacional de Salud. Está formada por funcionarios preparados (tras duras oposiciones y, en muchos casos, con otras titulaciones de especialización médica o sanitaria) y capaces cuya actuación debe ser independiente de interferencias políticas o partidarias y que trabaja con rigor sobre los objetivos que determinan sus responsables técnicos y políticos. Y son éstos quienes deciden a quién inspeccionar y a quien no, aparte de los programas preestablecidos y de las contadas ocasiones de actuaciones de oficio.
Nota sobre los comentarios a este caso y artículos: Excepcionalmente a la habitual política editorial del Blog (de admitir comentarios anónimos sujetos a moderación), dada la sensibilidad del caso, en esta ocasión se exigirá que los comentarios se identifiquen con Nombre y Apellidos. Ello será suficiente para los socios de la AISSMa (se confirmará la autoría a su correo registrado). Para el resto de los comentaristas, además de dejar el comentario con su identificación, se deberá enviar un correo a la dirección de la AISSMa (aissma@aissma.org) que permita a los editores verificar la autenticidad de su autoría.
José M.ª Morán Llanes es Presidente de la AISSMa, Médico Inspector de la Consejería de Sanidad de Madrid y Máster en Salud Pública y Administración Sanitaria.
3 comentarios:
En el día a día se deben tomar decisiones y expresar nuestras opiniones. No creía que fuera necesario que el Dr. Morán aclarase que sus comentarios y los del Dr. Porras se realizasen a título personal, porque como el valor en los soldados se debería presuponer.
Los periodistas y los medios siempre pretenden arrimar el ascua a su sardina, pero eso también se debería presuponer y asumir.
En relación con la necesidad o no de pronunciarse sobre el tema, cada cuál podrá tener su opinión, la mía es que era absolutamente necesario, precisamente para defender el caracter científico y profesional que defendemos para la Inspección. La ciencia está siempre en la búsqueda de la verdad, y eso no se puede olvidar por unos cuantos euros al mes. La verdad es que nadie que yo conozca ha planteado jamás la existencia de labor obstructora por parte del Dr. Montes, en mi caso concreto y es la primera vez que trato públicamente de este tema, precisamente por el sigilo que creo debemos mantener, ocurrió una colaboración, que se podría considerar como "correcta", algo que por otra parte es lo que ha sido habitual, en la práctica totalidad de de los profesionales sanitarios, a los que he tenido que valorar y enjuiciar, bien sea por actuaciones disciplinarias, por reclamaciones patrimonuiales, o por actuaciones inspectoras de otro tipo.
En relación con la valoración metodológica, me remito a lo publicado por la Sociedad Española de Epidemiología, de la que puedo alabar en su buen hacer, ya que no pertenezco a la misma. El rigor metodológico de su informe lo convierte en un obejto de estudio del buen hacer.
En cuanto a la actuación de los peritos, se siguen leyendo múltiples opiniones de todo tipo a favor y en contra de los mismos. No dudo del conocimiento clínico y científico de los mismos, pero si reclaco que los informes de inspección en este y en muchos otros casos como sabemos no han sido desacreditados por los Tribunales de justicia, por lo que aunque sea algo que solo nos consuele internamente, demuestra el buen trabajo que se hace desde la Inspección.
Por último quiero dejar constancia pública de mi apoyo a los Dres. Morán y Porras en cuanto a la posibilidad y derecho de exponer públicamente sus opiniones, y añadir, que suscribo las mismas al cien por cien.
Yo también quiero expresar mi apoyo al Dr. Morán y al Dr. Porras que han manifestado una opinión documentada. Las mentiras se responden con datos. ¿Alguien puede poner en cuestión la veracidad de lo manifestado por ambos? Sería deseable que las opiniones se rebatiesen no que se tratasen de ocultar con cortinas de humo. Maite Atilano.
Pepe y Santiago os felicito por vuestras declaraciones en el periódico, en mi opinión como médica inspectora de Leganés desde 1991 son fieles a la realidad, y muy respetuosas, todos los datos que aportáis son públicos y están a disposición de quien los quiera consultar.
A mi juicio “la utilización” de vuestras declaraciones ha sido inoportuna y desafortunada, y el titular poco brillante, pero nada que ver con los que he leído a lo largo de estos años sobre los profesionales de Leganés, entre ellos mi marido, que eran calumniosos y denigrantes, que no ofensivos, porque no ofende el que quiere sino el que puede. “Para mi un buen jefe es el que sabe rodearse de los mejores, saca lo máximo de ellos, y no lo es aquel que los ningunea”.
En la evaluación de los procesos asistenciales nuestro colectivo es el más cualificado y el único investido de la autoridad imprescindible.
Publicar un comentario