El jueves pasado, 14 de octubre de 2010, recibí varias llamadas telefónicas y un par de correos electrónicos de socios de la AISSMa y de alguna otra persona no perteneciente a la Asociación. El motivo: comentarme la denegación (ahora, a dos semanas vista) de cualquier financiación (inscripción, transporte, alojamiento) para asistir al IV Congreso Nacional de Inspección de Servicios Sanitarios, que se celebrará del 3 al 5 de Noviembre de 2010, en Valencia. Todas las personas afectadas: Santiago, Luis, Rocío, Germán, Marisa, Carmen... son autores de comunicaciones a dicho congreso, que también integra las “II Jornadas de IT de la Comunidad Valenciana”. Y una de las comunicaciones, que ha sido preseleccionada entre las candidatas al premio de “Mejor Comunicación”, versa sobre la elaboración que hicieron sus autoras del «manual clínico de actuación respecto a los 14 diagnósticos destinado a las áreas de Inspección» que el “Convenio Específico” sobre IT para 2009 preveía primar con un 4% (190.000 €) del monto total (4.750.000 €).
La justificación de la SGISF (Subdirección General de Inspección Sanitaria y Farmacéutica) es que «debido a dificultades presupuestarias, no es posible atender las solicitudes de pago de gastos de inscripción, viajes y dietas», como puede verse en la imagen del correo electrónico facilitado por el Dr. Santiago Porras. Según explicaciones verbales a otros de los afectados «eran instrucciones del DG de Ordenación e Inspección (DGOI) transmitidas por su Unidad de Apoyo a nuestra SGISF». ¿A alguien se le ocurre pensar que a los cardiólogos, a los médicos de familia o a los neurocirujanos de Madrid se les obstaculizara la asistencia al congreso anual de su sociedad? “¡Ardería Troya!” Pues esto es lo que ocurre en Madrid con la Inspección Sanitaria.

Esta situación
incumple el compromiso verbal por parte de la
SGISF, desde antes del verano, reiterada en el mes de septiembre, de que
se financiaría a dos de los autores de cada comunicación o póster y, si ello excediera los fondos (por el número de solicitantes), al menos al primer autor. Y también
contradice el conocimiento general de que se había solicitado la
asignación de 4.000 € de los fondos propios para formación de la
DGOI a una partida denominada
“Ayudas a inscripciones y asistencia a congresos y jornadas de Inspección Sanitaria de Madrid y CC AA” posicionada en la
Agencia Laín Entalgo para la Formación Investigación y Estudios Sanitarios (ALEFIES).
Para tratar de aclarar el asunto, como Presidente de la
AISSMa,
telefoneé al Dr. Ricardo Ruiz de Adana,
Jefe de Estudios de la ALEFIES, quién me confirmó (por ser información pública) que
la partida de 4.000 € gestionada en febrero 2010, y aprobada, había sido ratificada en junio 2010. Y se encontraba
disponible en su totalidad, a expensas de las intrucciones de la
DGOI, siendo su
Responsable de Formación D.ª Isabel Pérez Román, a quién me invitó a dirigirme para contrastar el
error de que se creyera que no había fondos. Preguntada la Sra. Pérez sobre la presunta falta de fondos para el Congreso de Valencia, inicialmente me contestó
«que no había presupuesto» pero, cuando le informe de mi conversación previa con el Dr. Ruiz de Adana, varió su versión alegando que
«aunque haya fondos, el Director General tiene su propio criterio» [
sic].
Está claro que
alguien no dice la verdad y es fácil deducir de dónde parte la
falsedad. Resulta lamentable que
la DGOI, en vez de fomentar el estudio y análisis investigador de los profesionales de la
Inspección Sanitaria de Madrid y estimular la publicación y comunicación de éstos a jornadas, congresos y revistas, lo que hace es
boicotear la asistencia de los pocos que con su único esfuerzo han elaborado algún estudio. En vez de una política de fomento de formación investigadora (incentivar a profesionales individuales y equipos para analizar y estudiar sobre nuestras funciones y actividades),
no sólo no se promociona sino que se desincentiva lo poco que surge por propia iniciativa.
No cabe en la cabeza que de los
91.000 € que tiene en su presupuesto la DGOI para el Plan de Formación de 2010, sólo se asignen
4.000 € para estos fines, cuando la norma permitiría dedicar hasta
12.000 €. Pero que se diga que no hay fondos y estén sin ejecutar los citados 4.000 € es de una
desfachatez absoluta. Está claro que
no hay interés en una verdadera mejora profesional de la
Inspección Sanitaria de Madrid (Y de la Carrera Profesional, ni hablamos).
Y si no hubiera dinero con fondos propios de la
DGOI (lo que ha quedado desmentido), qué capacidad de gestión demuestran sus
directivos que no atraen la financiación que debiera revertir en parte a la Inspección Sanitaria proveniente del
Convenio General sobre IT entre INSS y Comunidad de Madrid 2009-2012. Sólo en
2009, el monto de dicho convenio se elevaba a
42.474.162,25 €, cantidad de la cuál el
9% (3.822.674,5 €) debía dedicarse a
“D. Formación e información”, distribuyéndose en:
“D.1 Formación de los profesionales sanitarios en materia de IT” y
“D.2 Otras acciones formativas”. ¿
Dónde han ido esos casi 4 millones de euros de 2009; y los de 2010? Estamos deseosos de conocer las
«Memorias Financieras y Técnicas en las que se especifiquen los resultados obtenidos» (
cláusula Quinta. Destino del Crédito).
Otras CC AA, entre las que destaca
Valencia, están
dedicando parte de estos fondos para apoyar la organización y la asistencia al
IV Congreso Nacional de Inspección de Servicios Sanitarios y II Jornadas de IT de la Comunidad Valenciana.
Pero aún habría una
tercera vía de financiar este tipo de formación continuada e investigación de la Inspección Sanitaria. Tradicionalmente, en las
“Prescripciones Técnicas” de los
concursos para la contratación de las Corredurías del Seguro de Responsabilidad Patrimonial figuran puntos en sus cláusulas como el que decía:
«Asesoramiento en la determinación e implantación de políticas de gerencia de riesgos sanitarios», en el
Concurso Abierto 01/08 del SerMaS que fue adjudicado a la
compañía Willis. Hasta ahora no hemos tenido noticia de que
Willis haya empleado parte de esos fondos comprometidos para mejorar la formación de la
Inspección Sanitaria de Madrid. Por el contrario, según la información de los organizadores del congreso, la
compañía AON habría financiado bajo dicha rúbrica la asistencia de más de veinte personas procedentes de diez CC AA. Y ésta no es una actuación nueva de
AON, pues en otros congresos de inspección (
FAISS) o de gestión de riesgos (
AEGRIS) siempre he coincidido con personal de la Inspección Sanitaria que acudía financiado de esta forma, con absoluta transparencia, con fondos ligados al contrato de servicios de la correduría.
Finalmente,
emplazamos al DGOI, Manuel Molina Muñoz, para que
revise la situación actual por si todo hubiera sido fruto de un
error, todavía subsanable, y se busquen los recursos necesarios para que
Madrid cuente con una digna representación en el
IV Congreso Nacional de Inspección de Servicios Sanitarios y II Jornadas de IT de la Comunidad Valenciana, a cuyos organizadores (Asociación Profesional con el apoyo de la
Consejería de Sanidad) les evitaría también un perjuicio.
José M.ª Morán Llanes es Médico Inspector, Máster en Salud Pública y Presidente de la AISSMa.