Adhesión al Editorial Conjunto sobre la Cumbre de Copenhague y el Cambio Climático
Con motivo del inicio de la Cumbre de Copenhague (7-18 Dic'09) para la 15.ª Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 15) «56 periódicos en 45 países han decidido dar el paso sin precedentes de hablar con una sola voz a través de un editorial común. Lo hacemos porque la humanidad se enfrenta a una grave emergencia.»
La iniciativa ha sido responsabilidad del diario británico The Guardian, uno de los más motivados del mundo en asuntos de medio ambiente (cuenta con una redacción especial integrada por 6 redactores), a la que se han ido sumando los periódicos más concienciados con este problema global en todo el mundo. Lamentablemente, en España sólo se ha sumado a la iniciativa El País y en EE UU (el mayor causante del problema) la respuesta se ha limitado a diarios menores como Miami Herald o Nuevo Herald, siendo ignorada la iniciativa por los grandes de la prensa. Incluso en los grandes contaminadores emergentes India y China ha habido participaciones meritorias, sobre todo teniendo en cuenta los problemas de libertad de expresión en este último país.
El artículo editorial titulado “Frente a una grave emergencia” publicado por El País puede ser consultado en toda su extensión en el enlace anterior; nos adherimos al mismo y destacamos algunos párrafos a continuación.
«Si no nos unimos para emprender acciones decisivas, el cambio climático causará estragos en nuestro planeta y, con él, en nuestra prosperidad y nuestra seguridad. Los peligros son evidentes desde hace una generación. Ahora, los hechos han empezado a hablar por sí solos: 11 de los últimos 14 años han sido los más calientes que se registran, el casquete polar del Ártico está derritiéndose y la increíble subida de los precios del petróleo y los alimentos el año pasado nos ofrece un anticipo del caos que se avecina. En las publicaciones científicas, la cuestión ya no es si la culpa es de los seres humanos, sino cuánto tiempo nos queda para limitar los daños. Y, sin embargo, hasta ahora, la respuesta del mundo ha sido débil y desganada.»
«El cambio climático se ha ido produciendo durante siglos, tiene consecuencias que persistirán para siempre y nuestras perspectivas de controlarlo se van a decidir en los próximos 14 días. Pedimos a los representantes de los 192 países reunidos en Copenhague que no vacilen, que no caigan en disputas, que no se echen las culpas unos a otros, sino que aprovechen la oportunidad surgida del mayor fracaso político contemporáneo. Ésta no debe ser una lucha entre el mundo rico y el mundo pobre, ni entre el Este y Occidente. El cambio climático afecta a todos, y todos deben resolverlo.»
«El núcleo del acuerdo debe ser un pacto entre los países ricos y los países en vías de desarrollo que aborde cómo se va a repartir la carga de luchar contra el cambio climático y cómo vamos a compartir algo que ahora es muy valioso: el billón aproximado de toneladas de carbono que podemos emitir antes de que el mercurio ascienda a niveles peligrosos.»
«La transformación será cara, pero mucho menor que la factura de rescatar al sector financiero mundial, y mucho menos costosa que las consecuencias de no hacer nada. Muchos de nosotros, sobre todo en los países desarrollados, tendremos que cambiar nuestro estilo de vida. La era de los vuelos que cuestan menos que el trayecto en taxi al aeropuerto se acerca a su fin. Tendremos que comprar, comer y viajar de forma más inteligente. Tendremos que pagar más por nuestra energía y utilizarla menos.»
«Los políticos presentes en Copenhague tienen el poder de determinar cómo nos juzgará la historia: una generación que vio un reto y le hizo frente, o una tan estúpida que vio el desastre pero no hizo nada para evitarlo. Les rogamos que tomen la decisión acertada.»
La iniciativa ha sido responsabilidad del diario británico The Guardian, uno de los más motivados del mundo en asuntos de medio ambiente (cuenta con una redacción especial integrada por 6 redactores), a la que se han ido sumando los periódicos más concienciados con este problema global en todo el mundo. Lamentablemente, en España sólo se ha sumado a la iniciativa El País y en EE UU (el mayor causante del problema) la respuesta se ha limitado a diarios menores como Miami Herald o Nuevo Herald, siendo ignorada la iniciativa por los grandes de la prensa. Incluso en los grandes contaminadores emergentes India y China ha habido participaciones meritorias, sobre todo teniendo en cuenta los problemas de libertad de expresión en este último país.
El artículo editorial titulado “Frente a una grave emergencia” publicado por El País puede ser consultado en toda su extensión en el enlace anterior; nos adherimos al mismo y destacamos algunos párrafos a continuación.
«Si no nos unimos para emprender acciones decisivas, el cambio climático causará estragos en nuestro planeta y, con él, en nuestra prosperidad y nuestra seguridad. Los peligros son evidentes desde hace una generación. Ahora, los hechos han empezado a hablar por sí solos: 11 de los últimos 14 años han sido los más calientes que se registran, el casquete polar del Ártico está derritiéndose y la increíble subida de los precios del petróleo y los alimentos el año pasado nos ofrece un anticipo del caos que se avecina. En las publicaciones científicas, la cuestión ya no es si la culpa es de los seres humanos, sino cuánto tiempo nos queda para limitar los daños. Y, sin embargo, hasta ahora, la respuesta del mundo ha sido débil y desganada.»
«El cambio climático se ha ido produciendo durante siglos, tiene consecuencias que persistirán para siempre y nuestras perspectivas de controlarlo se van a decidir en los próximos 14 días. Pedimos a los representantes de los 192 países reunidos en Copenhague que no vacilen, que no caigan en disputas, que no se echen las culpas unos a otros, sino que aprovechen la oportunidad surgida del mayor fracaso político contemporáneo. Ésta no debe ser una lucha entre el mundo rico y el mundo pobre, ni entre el Este y Occidente. El cambio climático afecta a todos, y todos deben resolverlo.»
«El núcleo del acuerdo debe ser un pacto entre los países ricos y los países en vías de desarrollo que aborde cómo se va a repartir la carga de luchar contra el cambio climático y cómo vamos a compartir algo que ahora es muy valioso: el billón aproximado de toneladas de carbono que podemos emitir antes de que el mercurio ascienda a niveles peligrosos.»
«La transformación será cara, pero mucho menor que la factura de rescatar al sector financiero mundial, y mucho menos costosa que las consecuencias de no hacer nada. Muchos de nosotros, sobre todo en los países desarrollados, tendremos que cambiar nuestro estilo de vida. La era de los vuelos que cuestan menos que el trayecto en taxi al aeropuerto se acerca a su fin. Tendremos que comprar, comer y viajar de forma más inteligente. Tendremos que pagar más por nuestra energía y utilizarla menos.»
«Los políticos presentes en Copenhague tienen el poder de determinar cómo nos juzgará la historia: una generación que vio un reto y le hizo frente, o una tan estúpida que vio el desastre pero no hizo nada para evitarlo. Les rogamos que tomen la decisión acertada.»
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