27 de mayo de 2010

¡A los Caballos que Vienen los Indios!, y 3.ª parte; por C Málaga

(… … …)

Dejábamos a “Pequeño Cuervo Negro” en una noche lluviosa preocupado por el impacto de sus medidas económicas y la bajada del salario a los trabajadores públicos.

Alguien había roto el cerco de la caravana y podía pedir auxilio.

La pregunta estaba en el aire: ¿por qué esta medida contra los trabajadores públicos y no acometer un plan general de recorte del gasto? ¿Son los funcionarios unos privilegiados por tener un trabajo seguro y supuestamente de poco esfuerzo, y por ello se justifica la bajada de sus salarios?

Todos los “Sioux” habían recibido órdenes de explicar las “medidas”, basándose en las razones comentadas: además del obligado ahorro y contención del déficit, la estabilidad en el empleo y la baja productividad del funcionariado, ayudarían a que la sociedad aceptara las mismas.

Los grandes sindicatos, UGT y CC OO han reaccionado negativamente contra las medidas del Gobierno (son los tramperos McKoy y Samuelson que, como es bien sabido, en todas las historias del oeste, son hombres blancos, pero durante años y para su beneficio han mantenido muy buenas relaciones con los “Sioux”, para comerciar con ellos y venderles armas. Ahora, convencidos de la ferocidad de los indios, se han dado cuenta de su error y se enfrentan a ellos. Quieren llegar a la caravana para reabastecerles de munición, alimentos y agua).
El idilio de años mantenido por los sindicatos con el Gobierno se ha roto al entender éstos que se han quebrado los acuerdos y pactos alcanzados y que el grueso de las medidas recortan únicamente el gasto social. Han convocado una huelga de la Administración Pública y no descartan una huelga general en el país.


“Los tramperos, oportunistas y convenientes”
Los tramperos, oportunistas y convenientes


Pero, ¿qué decir de las explicaciones con que los “Sioux” quieren justificar sus medidas?

¿Por qué se va contra los funcionarios?

¿Qué decir del argumento utilizado por los “Sioux” de que se bajan salarios a cambio del privilegio de estabilidad en el empleo?

Pues sencillamente que es mentira. Otra falacia más con que “ZP”, “Pequeño Cuervo Negro” quiere justificar su decisión.

La tasa de temporalidad en el empleo de la Administración Pública ha llegado al 26,2%, ya que cuando nos referimos a empleo publico, no hablamos solo de funcionarios de carrera, sino a todo el personal: eventual, interino y contratado laboral. En la empresa privada, la temporalidad supone el 25,8% (Tasa temporalidad empleo publico-privado, tercer trimestre 2009).

Por tanto, no sólo es radicalmente falso que el empleo público sea estable por naturaleza, sino que, en nuestro país, la temporalidad del empleo público, ha llegado a superar al privado.
El acuerdo salarial para la función pública 2010-2012, firmado por gobierno y sindicatos en el marco del diálogo social (que ahora se incumple por el gobierno), recogía como una de sus principales medidas la reducción de esta altísima tasa de temporalidad en el ámbito público.

Otro argumento que indirectamente se ha lanzado para lograr la aquiescencia social de la medida de reducción salarial de los funcionarios, es el de la baja productividad de los mismos, y en cierto modo (quizá por omisión consciente) el reforzamiento, en estos momentos, de cierta imagen ineficaz e ineficiente del funcionariado y de la Administración Pública, que se tiene por la sociedad.


Más jefes –políticos y desprofesionalizados- que indios
Más jefes –políticos- que indios


En todas las declaraciones públicas de miembros del gobierno para reafirmar las medidas tomadas, se ha vertido veladamente sobre la Función Pública un tinte compuesto de exclusividad, baja productividad e ineficiencia, reforzando un cierto revanchismo social contra el funcionario.

El Ministro de Fomento D. José Blanco (“Conejo Corredor”) ha dicho: “los parados ya están pagando el coste de la crisis, ahora es lógico que les toque también a los funcionarios”, como si la “crisis” fuera algo ajeno y absolutamente sobrevenido y se pudiera repartir en porciones según los criterios cambiantes del gobierno.

No son buenos estos tiempos para hablar bien del trabajo de los funcionarios públicos. Nadie nos defiende hoy, y todos se apuntan a lo “inevitable” de las medidas que se han tomado.
“Sioux” proponiendo y “Arapahoes” y otras tribus callando, atacan con fiereza la caravana.

Mucho hay que decir, y en estos momentos bien alto, respecto a la falacia de ligar la ineficacia e ineficiencia de la Administración con el trabajo de los funcionarios. Debe desmentirse con rotundidad.

Los funcionarios van a sus puestos de trabajo a trabajar, no a organizar, ni planificar, ni supervisar, ni a gestionar, ni a definir el trabajo que se realiza en las distintas Unidades de la Administración. Por tanto, no es responsabilidad del funcionario que la Unidad en la que trabaja funcione mal, no funcione o que se suscite la duda sobre su utilidad, sino de sus Jefes o responsables que, todo hay que decirlo, hoy en día son cada vez más designados por su filiación o simpatía política y al margen de la necesaria profesionalidad.
Actualmente la política impregna profundamente la Administración Pública y ello produce que vivamos el mas alto grado de desprofesionalización en sus puestos directivos o de responsabilidad de los últimos tiempos.

Para el acceso a un puesto de responsabilidad en la Administración Pública, no priman hoy los criterios de idoneidad, aptitud, actitud, publicidad y libre concurrencia, sino otros de contenido o vinculación más política. En la Comunidad de Madrid a partir del nivel 25, todos los puestos de trabajo son de libre designación.

Los cargos así designados pocas veces se nombran según el perfil profesional requerido para el puesto, ni son evaluados, o cesados en función del cumplimiento de objetivos.

En la gran mayoría de las ocasiones son los mismos funcionarios, los que reclaman más orden, más medios (¡que decir de la Administración de Justicia y su histórica deficiencia en medios y personal!) para su trabajo y suplen muchas deficiencias con una postura proactiva basada en el “mejor concepto de servicio público” y para no perjudicar, o ayudar al ciudadano. ¿Se podrá seguir exigiendo ese “entusiasmo” a partir de ahora?

La imagen decimonónica y trasnochada del funcionario descrito por Larra, detrás de la ventanilla, repitiendo con cadencia regular el “vuelva Vd. mañana”, se está utilizando con malevolencia, y no se corresponde con la realidad.


¡Pobres funcionarios!
¡Pobres funcionarios!


¿De qué funcionarios hablamos? ¿Del neurocirujano que interviene a un paciente de un tumor cerebral durante 9 horas, y que ha necesitado 11 años de formación para hacerlo? ¿De las Fuerzas Armadas y Guardia Civil cuya lucha contra ETA les ha cobrado una lista interminable de muertos, de sangre y de sufrimiento? ¿Del profesor que dedica su vida a enseñar Historia a nuestros hijos? ¿De los bomberos que arriesgan su vida en cada actuación o catástrofe en la que intervienen? ¿O quizá hablemos de todo el personal sanitario, policía, protección civil, etc. que intervino en los atentados de Madrid del 11 de marzo de 2004, aquellos “funcionarios” que se incorporaron voluntariamente a sus puestos de trabajo estando de vacaciones, que trabajaron 48 horas seguidas sin descanso, sin pedir horas extras, ni nada a cambio y que dieron lo mejor de sí para ayudar, para salvar vidas, en uno de los ejemplos mas abrumadores de lo que puede entenderse por servicio público?

¡Como olvidan estos “indios”!, hoy nadie nos ayuda y todos se han puesto de acuerdo para atacarnos.

Conviene conocer además dos datos para situar correctamente la cuestión del personal al servicio de la Administración pública, en estos momentos de recorte de su salario:

1.-El sector público está subdimensionado tanto en el tipo de personal como en gasto, que es inferior a la media europea.


“Porcentaje y gasto de funcionarios por habitante”
Porcentaje y gasto de funcionarios por habitante


2.-En el período 1982-2007 los funcionarios prácticamente han perdido la mitad de su poder adquisitivo (42%).

Pero lo más trágico de estas medidas de “Pequeño Cuervo Negro” no va a ser la inmediata repercusión económica de las mismas sobre el funcionariado, sino la desmoralización y desincentivación a gran escala que ya están produciendo. Desmoralización que se explica porque se está perdiendo el sentimiento de ser funcionario en el mejor sentido de la palabra, de ser servidor público, de estar orgulloso de pertenecer a un colectivo cuando el trabajo bien hecho nos satisface, o de ser considerado autoridad pública en el ejercicio de sus funciones.

Las reglas para llegar a ser funcionario las pone el Estado (acceso, estabilidad, régimen, salarios, etc.), ¿como puede haber gobiernos que ahora echen en cara a los funcionarios a los que dirigen, que la estabilidad y el sueldo que ganan, es algo por lo que tienen que estar siempre agradecidos y les supone ser unos privilegiados?.
¿Cuanto cuesta ganar una oposición para entrar al servicio del Estado? Notarios, Inspectores, Médicos, Administrativos, etc... ¿Es que alguien nos lo ha regalado?
Y por otra parte, ¿Están bien pagados los funcionarios de acuerdo a su responsabilidad?


Estrategia injusta e irresponsable con los funcionarios
Estrategia injusta e irresponsable con los funcionarios


Hoy ser funcionario de carrera (sic) de la Administración Civil del Estado o de las Comunidades Autónomas, etc., empieza a estar mal visto. Existe cierta conciencia de estar perseguido, de sentir vergüenza por ser lo que uno es, de ocultarse, de sentirse estigmatizados. ¿Hasta donde vamos a llegar?
Parte de responsabilidad en esta apreciación la tienen estas medidas económicas y la forma de ponerlas en práctica que ha elegido este gobierno. El daño aún no esta hecho del todo en la dignidad de la Función Pública, que se vera drásticamente mermada y supondrá una erosión mayor de la que ya venía ocurriendo en la Administración.

Extenuado, un jinete ha llegado a “Fort Laramie” para dar cuenta del ataque a la caravana. El 7.º de caballería tiene muchos asuntos que resolver y no sabe si podrá atender esa demanda. En todo caso, en la reserva india siempre habrá una tribu que marque los designios de la misma. Hoy son los “Sioux”, pero los “Arapahoes” ansían ejercer el predominio. Otras tribus de menor entidad se organizan y pactan entre ellas para ser más fuertes. Se echa de menos un gran Jefe como el antiguo “Toro Sentado” que gobernó a todos los indios y logró la paz con el hombre blanco. En fin, ya se sabe, historias de indios.

En las películas, cuando la situación era desesperada y los “Sioux” estaban a punto de acabar hasta con las gallinas de la caravana, se oía el toque de corneta del 7.º de caballería y se sabía que la historia terminaría bien.

¿Cuál será nuestro 7.º de caballería? ¿Quizás el Pueblo con sus votos?
Me temo que de momento no vienen. Hay que aguantar por nosotros mismos y seguir luchando contra la irracionalidad, la injusticia, el sectarismo, el oportunismo, la desinformación, la falacia, el trato discriminatorio, de todos los indios.

Desgraciadamente, hoy según las encuestas (CIS, Centro de Investigaciones Sociológicas), cada vez más, ser indio está mal visto [En el Barómetro de abril 2010, “La clase política, los partidos políticos” se considera el tercer principal problema que existe actualmente en España, tras el paro y la crisis económica.].

Quizás ya no valga recostarse en el porche de nuestra casa viendo como arde la casa del vecino. Nos llegan las llamas a los pies.

Si, hoy, un funcionario no va a la huelga, está haciendo, más que nunca,… el indio.


Carlos Málaga Tello, es Médico Inspector de la Consejería de Sanidad de Madrid y Especialista en Gestión Hospitalaria.

10 comentarios:

Presidencia de AISSMa ;-) dijo...

Con la tercera entrega de hoy se completa esta excelente y necesaria seríe de artículos escrita por Carlos Málaga, que he tenido el gusto de editar. A lo largo de las tres partes, con una agradable mezcla de estilo literario novelesco, ironía y cierta razonable indignación, el autor ha desarrollado con gran rigor la verdadera situación en esta crisis de la Función Pública y del funcionariado, en el sentido más ámplio de “Servicio Público”.

Como amigo de Carlos, como Presidente de la AISSMa y como editor del Blog, me enorgullece haber podido dar voz a nuestros socios y lectores pero también a la generalidad de los empleados públicos injustamente tratados, en especial a todos los compañeros del Sistema Nacional de Salud. Por otra parte, además, les agradezco las numerosas visitas y comentarios que el Blog ha tenido en estos días, con motivo de la serie publicada.

Pepe Morán,
Presidente de la AISSMa.

Presidencia de AISSMa ;-) dijo...

Aunque en casi todos los medios han venido apareciendo artículos y comentarios sobre los recortes salariales a los funcionarios, me gustaría destacar dos.

1.-Un artículo de Antón Costas, Catedrático de Política Económica de la UB, que entre otras cosas dice que “Nadie puede atribuir, desde la honestidad, a funcionarios y pensionistas ser causa del déficit. Son los damnificados”. Enlace (clic + Mayús).

2.-Carta al director de El País de la lectora Paloma Ponce, titulada “Y seguimos con los funcionarios”. Enlace (clic + Mayús).

Pepe Morán.

Anónimo dijo...

Sin entrar en polémica, pero sí hacer la contra.

Una empresa privada puede despedir sin justificar motivos, gracias a la reforma Aznar del 2002. Los sindicatos callados. La Administración Pública no puede despedir desde la época de Cánovas y Sagasta y los sindicatos gritan porque te bajen unos euros al año.

La empresa privada tiene la obligación de una mejora continua de su competitividad de sus productos y servicios, ya que los ciudadanos quieren comprar al precio más barato posible , o sea, made in china. La Administración Pública no compite, hace el trabajo que debe realizar.

Dr. Malaga, hay que recordar que el trabajador no es el propietario de la empresa, ni en la privada ni en la pública. Le recuerdo que el Gestor de la empresa privada rinde ante sus accionistas cada año y debe darles beneficios. El Gestor de la Administración Pública rinde ante la ciudadanía cada cuatro años y ésta pide menos impuestos y más servicios.

Finalmente, si un funcionario considera que tiene mermada su capacidad laboral, que no tiene la consideración mediante un salario acorde a su formación y capacidad, siempre puede pedir la excedencia -o dimitir- e irse a la privada a trabajar y mostrar sus habilidades profesionales en el marco de la legítima competencia y con las reglas del mercado.

Así de sencillo. Así de fácil.

Anónimo dijo...

Las medidas económicas tomadas por el Gobierno, con la bajada de retribuciones a los funcionarios en 2010 y la congelación para 2011, ha traído como consecuencia la convocatoria de huelga general en las Administraciones Públicas por parte de los sindicatos mayoritarios (CCOO, UGT, CSIF), para principios del mes de Junio.

Esta carta va dirigida a todos los que nos movemos entre la indignación por las medidas gubernamentales y el cabreo contra el CINISMO de los sindicatos.

Si estás dudando en hacer o no hacer la huelga, piensa en lo siguiente:

1.-Los sindicatos tienen aproximadamente 20.000 liberados en el conjunto de las AAPP; estos personajes se han dedicado en los últimos años, en la mayoría de los casos, a estudiar carreras universitarias, a concursar a puestos de trabajos en localidades alejadas de las capitales de provincia para obtener mayor nivel de complemento de destino (sabiendo que nunca tendrían que trasladarse), a dar cursos de formación (cobrando por ello), a ejercer la abogacía en los despachos laboralistas (cobrando además su sueldo de funcionarios).

2.-Cuando la tasa de reposición de las vacantes por jubilación, es de 1 por cada 10, cuando las ofertas de empleo público son casi inexistentes, los funcionarios debemos sacar más trabajo siendo cada vez menos; dichos liberados no solamente no acuden a su puesto de trabajo, sino que COBRAN LA PRODUCTIVIDAD por objetivos, Y OTRAS MÁS, que los demás nos vemos negros para sacar.

3.-En los últimos años, los sindicatos han pasado olímpicamente del tema de la promoción profesional, que se ha reducido a las míseras convocatorias de promoción interna (eso sí, sus liberados pueden prepararse las oposiciones durante todo el día); los concursos han sido escasos y cada vez más caóticos (en su baremación, en los méritos a considerar, etc..); se ha permitido que la Administración otorgue niveles 17 a funcionarios de nuevo ingreso, con el agravio a otros funcionarios que llevan decenas de años de antigüedad con míseros niveles 14 y 15.

4.-¡Para que hablar del tema de las retribuciones!, porque lo único destacable ha sido el famoso Plan de Pensiones en el cual han metido a los liberados a gestionar el negocio bancario. A la par que hemos perdido poder adquisitivo, los sindicatos han seguido, y siguen, cobrando las millonarias subvenciones gubernamentales. ¿En qué las emplean realmente, porque sus salarios, sus locales y el material que emplean, corren a cargo de la Administración?

En resumen, estos son los sindicatos que nos convocan a la huelga.

Además de lo anteriormente señalado, una huelga general de un día, lo único que serviría, aparte de para justificar a los mandarines sindicales, es para que ayudemos al Gobierno a rebajar el déficit (que ellos mismos han creado con su política irresponsable) con los miles de euros que nos van a descontar.

Desgraciadamente las medidas económicas contra los funcionarios no tienen vuelta atrás, vienen impuestas por la UE-USA, y encima son bien recibidas por parte de la población.

Y nos preguntamos, ¿qué hacer entonces?

Ésta puede ser una propuesta a reivindicar cuando se produzcan asambleas, concentraciones, manifestaciones, y acudan los sindicalistas profesionales llamando a la unidad, "compañero únete" y demás eslóganes prefabricados:

-Que todos los liberados sindicales vuelvan a sus puestos de trabajo. ¡Y trabajen!

-Que se supriman las subvenciones millonarias que reciben y los cursos de formación presupuestados para que los impartan los sindicatos.

-Cuando los empleados públicos volvamos a tener sindicatos sin privilegios y sin subvencionar por el Gobierno, que convoquen la huelga general y entonces la seguiremos.

Carlos Málaga dijo...

A mí querido amigo y magnifico funcionario, Pepe Morán: gracias por las gracias.
Al primer anónimo: No me importa la polémica. En cuanto a “hacer la contra”, vamos a discutirlo.
Yo soy partidario de la competencia también en la Administración Pública. Mire Vd., durante los últimos 10 años del antiguo INSALUD se realizó el llamado “proyecto Signo” de evaluación de costes hospitalarios por el que se pretendía saber a que coste producía cada hospital su actividad y posteriormente crear un “mercado de competencia interno” entre hospitales de manera que identificado el hospital mas ineficiente, era obligado a mejorar. Se trataba de eliminar o corregir bolsas de ineficiencia e incluso llegar a plantear “planes de viabilidad” para ciertas Instituciones. En definitiva: dar el mejor uso al dinero público con un sistema de comparación y corrección. Eso se olvidó, se perdió y pasó a la historia. Hoy ni se mide, ni se compara y poco se corrige, vista la marcha de nuestro déficit público. Marañón decía: “hoy, el pueblo es masa electoral y contribuible, como no se le ama no se le estudia, y como no se le estudia no se le conoce para amarle…”
Respecto a la rendición de cuentas de los gestores públicos, no coincido con Vd. El político rinde cuentas ante las urnas, pero el gestor público debe rendir cuentas ante los ciudadanos. Lo que nos ocurre hoy, es que no se rinden cuentas, ni los ciudadanos somos capaces de pedirlas al margen del poder establecido. Abogo y propongo, en las Instituciones públicas que presten servicios a los ciudadanos, por la creación de “consejos de gobierno” (especie de consejos de administración en el ámbito privado), donde estén representados los ciudadanos y la sociedad civil y ante los cuales el gestor rinda cuentas minuciosamente y sea evaluado, cesado y nombrado con criterios objetivos y profesionales.
Por último decirle que el “contrato” entre un trabajador y una empresa es distinto del que mantiene la Administración con el funcionario: la diferencia está (entre otras) fundamentalmente, en el acceso al puesto de trabajo/oposición. Cualquiera puede acceder con criterios objetivos y públicos y solo los mejores “ganan” el puesto. Eso requiere tiempo previo de estudio y preparación (en los puestos del grupo A, son años) a cambio de menor salario pero seguridad retributiva y estabilidad laboral. Eso se está empezando a quebrar ahora, de manera que la gente se va a ir efectivamente, de la Administración (Los médicos se están empezando a ir a países europeos donde obtienen mejores retribuciones y más consideración). ¿Cree Vd. Realmente que eso es bueno?
Yo creo que las cosas no son tan sencillas ni tan fáciles como argumenta.
Al 2º anónimo. Creo que hay que ir a la huelga. Porque sino, ¿Qué manera de mostrar el desacuerdo con estás medidas propone? Aunque nos cueste en todos los sentidos.

Anónimo dijo...

Extraordinario artículo. Lo que todos pensamos pero muy bien escrito.
El Dr Malaga tiene razon.desmoralización es lo que siento despues de 25 años de funcionario.

Presidencia de AISSMa ;-) dijo...

Para amenizar el debate de los comentaristas, se ofrece una adaptación humorística (a la actual situación de los funcionarios) de la canción que lleva España a Eurovisión 2010: “Algo Chiquitito”. Para descargar y escuchar el archivo musical MP3, hacer Mayús+clic en este enlace.

Pepe Morán,
Presidente de la AISSMa

Anónimo dijo...

Soy funcionario y de izquierdas y no entiendo ni comparto lo que haceZapatero.
Muchos compañeros no lo compartimos y estamos en contra: http://www.joaquinleguina.es/los-ricos-siguen-sin-llorar

Enhorabuena por el artículo

Mariano Rigabert Antón dijo...

Amena e interesante la “novela” de Carlos. Siempre es de agradecer que haya compañeros que analicen distintos temas profesionales que permitan el debate.
Entre las muchas observaciones que hace hay una que yo destacaría, que es aquella de que “la política impregna profundamente la Administración Pública y ello produce que vivamos el mas alto grado de desprofesionalización en sus puestos directivos o de responsabilidad de los últimos tiempos”, acompañándose de un análisis lo que eso supone
Creo que, salvo excepciones, es algo que está a la vista y que padecemos a niveles cada vez más alarmantes.
Y lo más preocupante es que dentro de este Sistema, a lo único que se puede aspirar es al relevo en el Poder, y por desgracia, ya nos han demostrado que “son los mismos indios con distintas plumas”.

Presidencia de AISSMa ;-) dijo...

A quiénes les haya interesado este artículo, seguramente, les interesará también lo siguiente:

1.-Dos buenos artículos de Pedro Fernández Vicente, en defensa de los funcionarios, publicados en MadriDiario.es:

* Artículo del 18 de mayo de 2010 (Mayús + clic).
* Artículo del 26 de mayo de 2010 (Mayús + clic).

2.-Un amplio reportaje "Radiografía de los funcionarios en España", publicado por el diario El País el 28 de mayo de 2010 (Mayús + clic).

Pepe Morán,
Presidente de la AISSMa

Related Posts with Thumbnails